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En la lista de grandes cocos en la trayectoria de Alejandro Davidovich (25º), merece un puesto destacado ya el del neerlandés Tallon Griekspoor (21º), que de nuevo se cruzó en el camino del malagueño en París para sacarlo de él. Si duro fue lo sucedido ... en 2022, en la primera ronda de Rolland Garros después de ganar plácidamente la primera manga y ceder las tres siguentes defendiendo los cuartos de final de 2021, tampoco va a ser fácil de volvidar el repaso sufrido este martes en segunda ronda de Paris-Bercy: doble 6-2 en una hora.
'Aces': 2/8
Dobles faltas: 2/2
Primeros servicios dentro: 64/63%
Puntos ganados con el 1º saque: 60/84%
Puntos ganados con el 2º saque: 40/47%
Puntos de 'break' convertidos: 0-2/4-7
'Winners' 14/22
Errores no forzados: 6/4
Total de puntos ganados: 44/62
Pocas veces se habrá podido ver a Davidovich encajar una tunda e este tipo. Sirva como atenuante que Griekspoor, que ya tuvo un gran 2021, bajó algo en el final de 2022 y ha tenido su año (títulos en Pune y Hertogenbosch y final en Washington) en este 2023, se mueve a las mil maravillas en pista rápida, apoyándose en el primer saque. Más aún ante situaciones extrañas como la de este Masters 1.000 de Paris-Bercy, en el que las pistas 1 y 2 son mucho mas rápidas que la central, donde el lunes Davidovich fue capaz de deshacerse de un peligroso Shelton en tres mangas.
Desde el primer juego sintió el rinconero que no iba a poder con su rival, pero lo peor es que no cambio su expresión negativa durante la hora en que estuvo en la pista. Más que enfado fue resignación, falta de confianza, sin animarse en ningún momento. El turno inicial al servicio ya fue sintomático: aun jugando con primeros, llegó el 'break', y el pupilo de Jorge Aguirre, que apenas sumó luego tres puntos al resto hasta el 5-2, no encontró nunca soluciones, siempre superado con saques abiertos desde el lado de la ventaja y recibiendo en el juego muchas bolas a los pies.
Sólo al comienzo del segundo set hubo una ligera reacción. Comenzó con un turno al saque en blanco y, con 2-1, llegaron los dos únicos 'break points' para Davidovich en el partido, saldados con un resto largo y otro punto en el que apenas pudo plantear batalla. Ahí se acabó el choque. Al siguiente juego, con el mismo guión y 15-40 en contra llegó el quiebre de Griekspoor, que parecía una losa insalvable, y más cuando el tulipán, que liderará a Países Bajos en el Martín Carpena dentro de unos días en la Copa Davis, se puso con 5-2 y dos 'breaks' arriba.
Más allá de pistas así, que son la que más incomodan a Davidovich, con botes muy bajos, el rinconero estuvo muy fallón y en una versión que nada tuvo que ver con la que dio la sorpresa en la víspera ante Shelton. Demasiada irregularidad del rinconero, pese al indiscutible crecimiento que mantiene en su carrera y a la mayor fiabilidad mostrada en 2023, con muchas primeras rondas superadas y un buen número de accesos a cuartos de final, aunque sin una sola final y huérfano de títulos aún.
En las próximas horas se conocerá si el tenista afincado en Fuengirola ha puesto ya final al curso (en el que, como en 2022, ha bajado en sus prestaciones; de hecho, no gana dos partidos desde el US Open) o lo cerrará la próxima semana en el ATP 250 de Sofía, en el que está inscrito y es a día de hoy el octavo y último cabeza de serie del cuadro.
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