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Se había generado una expectación creciente en torno a la semana de Davidovich en el ATP 250 de Doha, después de su brillante remontada ante Daniel Evans, pero el globo se pinchó este jueves, en cuartos de final. El malagueño no tenía un cuadro sencillo ... a estas alturas. Nunca es fácil colarse en una final o ganar un título en el ATP Tour, pero al mediodía cayó el primer favorito, Shapovalov, y tenía rivales por su lado hasta la final a los que ya ha derrotado antes: Bautista, Cilic y Khachanov.
Sin embargo, Bautista (triunfo por un doble 6-1 en una hora y 16 minutos) fue un muro infranqueable para un Davidovich de más a menos en una noche fresca en Catar. Pareció acusar el desgaste del día anterior. Sostuvo el pulso una media hora, pero luego se fue desanimando a golpe de juegos perdidos, hasta nueve consecutivos, una losa ante el 16º del mundo, el segundo favorito del torneo.
Los jeques y público internacional aplaudían el buen tenis del inicio del choque en la central. Aunque aquella victoria de Davidovich en Rotterdam sobre el castellonense fue una sorpresa, en un momento bajo de su compatriota y amigo (2021 no fue un buen año para él y, de hecho, cambió de entrenador, ahora está con David Gimeno Traver), este jueves tocó la revancha.
Bautista llegaba de un 'bye' en primera ronda y un 6-0 y 6-1 ante Murray en octavos. Lanzado hacia el título, y pese a empezar algo más frío, pronto se vio su mejor versión. Es un muro desde el fondo de la pista. Lo devolvió todo, y Davidovich acabó cometiendo errores no forzados e impacientándose. No gobernó ningún 'rally' largo. Del 1-1 se pasó al 6-1 casi sin darse cuenta, sin ser enormemente inferior a su rival, pero si menos consistente en su juego.
En el comienzo del segundo set tampoco hubo reacción. Davidovich no estuvo tan acertado como la víspera con el saque y se colocó con dos 'breaks' abajo (0-3). «No la veo», se lamentaba en voz alta. Ya sólo le quedaba la opción de parar tres minutos el partido con un tiempo médico, y una atención a unas musculares en la zona del psoas, donde se resintió la semana anterior ante Tsitsipas en Rotterdam.
El malagueño frenó la sangría de nueve juegos seguidos de Bautista, pero fue algo testimonial. Bautista ya sabía que sólo quedaba administrar la ventaja sin exprimirse al resto. Mantuvo su servicio para ponerse en semifinales con sólo cuatro juegos perdidos. Casi nada.
Ahora Davidovich viajará a Dubái para el ATP 500 de la próxima semana. Posteriormente tocará la Copa Davis de Marbella (en tierra), en compañía de Bautista, el Masters 1.000 de Indian Wells (EE.UU) y, quien sabe si su presencia a última hora en el Challenger de Marbella, a priori muy improbable y sólo si cuadrada en sus planes por una eliminación temprana en Norteamérica.
'Aces': 2/0.
Dobles faltas: 0/3.
Primeros servicios dentro: 68/71%.
Puntos ganados con el primer saque: 74/49%.
Puntos ganados con el segundo saque: 69/39%.
Puntos de 'break' convertidos: 0-0/5-7.
Total de puntos ganados: 63/40.
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