Alejandro Davidovich mantiene su idilio con Estoril. En esta era de los tatuajes, no sería una mala idea grabarse un motivo alegórico de la ... bella ciudad de la costa portuguesa, en la que se exilió Don Juan de Borbón. El malagueño alcanzó allí en 2019 sus primeras semifinales, siendo un recién llegado al ATP Tour. Ahora tiene un poco más de experiencia y sueña con algo mayor.
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Eliminados en cuartos Shapovalov y Garín, los dos primeros favoritos, nunca hasta el momento se le ha ofrecido un cuadro más abierto para soñar al rinconero, que superó este viernes a Ugo Humbert (31º y tercer preclasificado) por un doble 6-4 con la misma seguridad y confianza en su juego exhibida en octavos ante Chardy (51º). Este sábado (en segundo turno, no antes de las 17.00 horas) le espera su compatriota Albert Ramos (46º), doce años mayor (tiene 33) y con el que mantiene una doble pugna actual: ser la cuarta raqueta española, lo que a su vez asegura un billete para los Juegos de Tokio. Son sus terceras semifinales en el circuito, porque amén de la perdida ante Pablo Cuevas en Estoril, en 2020 también jugó las de Colonia (en pista rápida 'indoor'), con derrota ante Alexander Zverev.
Todo parece distinto esta vez. Hay motivos para el optimismo. El cuadro de semifinales de Estoril ofrece a Davidovich tres rivales a los que ya ha vencido: a Ramos le derrotó en tierra en un Challenger en Génova en tres sets en 2019, aunque meses antes encajó una derrota en dos mangas ante el de Mataró en el Godó. Y, por el otro lado, al británico Norrie y al veterano croata Cilic ya les superó en pista rápida rápida en la segunda mitad de 2020. Así, las cosas, cualquier cosa es posible este fin de semana.
Las sensaciones iniciales en su cita de cuartos de final no fueron las más positivas, con mucho viento en la pista Millennium (la central, sin público) y un 'break' al comienzo de Humbert (0-2), pero Davidovich prontó devolvió el duelo a la igualdad y empezó una racha de excelente tenis que le permitió adjudicarse ocho de diez juegos para cerrar el primer set en 40 minutos (6-4) y comenzar rompiendo en el arranque del segundo periodo (2-0).
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Este viernes se ha sorteado el cuadro final del Mutua Madrid Open, y a Davidovich le corresponde en primera ronda un rival procedente de la fase previa por determinar, ya que se celebra entre este sábado y el domingo. Lo más significativo es que su cruce en la siguiente cita, en caso de ganar, podría ser el número tres del mundo, el ruso Daniil Medvedev.
Davidovich recibió el jueves una 'wild card' para el cuadro, aunque estaba a dos posiciones de jugarlo, y durante el viernes al conocerse nuevos abandonos cedió esta invitación a Pedro Martínez, porque ya tenía acceso directo al correr nuevos puestos en la lista de entradas,
"Tras saber que jugaré el cuadro de Madrid salí con ganas de comerme el torneo. Me dio tranquilidad. Ya me pasó algo parecido hace dos años cuando me invitaron. Siento que estoy jugando el mejor tenis de mi carrera, pero puedo jugar mejor aún. Ugo no es un jugador de tierra, más de rápida. Sabía que en los 'rallys' podía sacar ventaja", declaró el malagueño este viernes tras su victoria en rueda de prensa telemática.
En relación al duelo de este sábado ante Ramos, dijo: "Será un partido muy duro. Nos hemos entrenado juntos antes del torneo y nos conocemos mucho. Hay un respeto mutuo entre los españoles. Los partidos con compatriotas siempre se definen por detalles".
El malagueño jugó con la profundidad de sus golpes a la perfección. Hizo daño cambiando direcciones con el saque y supo emplear con criterio las dejadas. Sólo en las subidas a a red se sintió cómodo Humbert, un jugador con golpes demoledores pero que estuvo muy fallón con los restos. Fue una prolongación del buen momento exhibido el miércoles en la paliza a Chardy (6-1 y 6-2).
Pero Humbert, un joven tenista zurdo de Metz que toca el piano y ganó en 2020 dos torneos en rápida (Auckland y Amberes), tuvo una buena reacción. Ante la atenta mirada de su madre (viajando sin entrenador), no se vino abajo ante la desventaja y fue manteniendo el saque hasta que su rival encadenó errores. Sucedió en el quinto juego de este segundo set, culminado con un golpe largo tras botar rara la bola sobre la línea de fondo: 3-3. Pero entonces Davidovich se mostró maduro. Con 3-4 tuvo que defenderse de un peligroso 30-30, y luego dio el zarpazo definitivo al resto para el 4-5 y saque para ganar, en un juego final en el que no sufrió lo más mínimo.
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«Estoy muy feliz de estar de nuevo en las semifinales en Estoril -apuntó a pie de pista-. Tengo muy buenos recuerdos de hace dos años (en 2020 no hubo torneo en Estoril por la pandemia), aunque entonces no pude llegar a la final, que es lo que quiero alcanzar«. A Davidovich le recordaron su gran racha ante franceses en Portugal, tras batir dos veces a Chardy y también a Monfils en 2019, pero fue cauto y declaró que »Ramos juega muy bien«, cara a la cita de este sábado, a la que llega más descansado que su oponente. Apenas ha estado dos horas entre octavos y cuartos de final.
'Aces': 0/2.
Dobles faltas: 1/0.
Primeros servicios dentro: 78%/62%.
Puntos ganados con el primer saque: 75%/67%.
Puntos ganaos con el segundo servicio: 55%/38%.
Puntos de 'break' convertidos: 4 de 7/2 de 4.
Total de puntos ganados: 64/50.
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