A Alejandro Davidovich le tocó este lunes un entrenamiento en la pista, en el inicio de su periplo en Dubái. Podría haber sido un partido con trampa, pero no lo fue más allá de cuatro juegos iniciales igualados, porque después hubo diez que se anotó ... de forma consecutiva el malagueño para el 6-2 y 6-0 final en sólo 52 minutos, en su victoria más rápida en su trayectoria en el circuito.
Tocaba despedir al tunecino Malek Jaziri (445º), que llegó a ser 49º del mundo en 2019, un ejemplo de superación, tras llegar al ATP Tour con 26 años y desde un país sin mucha tradición en este deporte, quizás el mejor representante norteafricano de los últimos años. El torneo le concedió una invitación al cuadro para un merecido homenaje.
El partido corroboró que el 'ranking' no engaña, por más que la igualdad que impera en la élite a veces diluye diferencias y depara sorpresas. Davidovich fue tremendamente superior a Jaziri, cuyo mejor nivel apenas duró un cuarto de hora. Aunque siempre fue un jugador corpulento y de menor movilidad que otros, ahora su físico, a los 39 años, no le permite más y acabó sucumbiendo con estrépito.
Fue una despedida un tanto deslucida, sin demasiado público en la pista central del torneo y entre lágrimas finales de emoción algo reprimidas. Jaziri no había competido este año y se le apreció la falta de ritmo. Antes había brillado con creces en Dubái, siendo semifinalista en 2018 y cuartofinalista en 2014, llegando a ganar a Dimitrov cuando era 4º mundial o un set a Federer.
Frialdad en la pista
«No es fácil jugar en el posible último partido de otro jugador, porque no sabía si lo iba a ser», recordó tras el choque Davidovich. «Me centré en mi juego y nada más –añadió–. Él lo hizo lo mejor que pudo, pero no había jugado todavía este año, y no le di oportunidades. Cuando ganas partidos, ganas confianza en ti mismo, pero si no juegas o pierdes se te va la confianza».
Ahora Davidovich espera otro duelo mucho más complicado, y haría mal en relajarse ante la contundencia de su victoria. En octavos se cruzará este miércoles ante el segundo favorito del cuadro, Andrei Rublev (6º), que derrotó a Krajnovic en dos sets y al que nunca ha ganado. Su único enfrentamiento se dio en la segunda ronda de Roland Garros en 2020, con derrota en cuatro sets.
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