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Alejandro Davidovich (que este lunes iguala su mejor 'ranking' de siempre, el 48º) se clasificó para el cuadro final del Masters 1.000 de Roma, después de haber tenido que pasar la doble criba de la fase previa (en la que era segundo ... favorito), ya que la entrada a los torneos se rige por la clasificación mundial vigente cuatro semanas atrás.
Como en 2020, Davidovich tuvo que derrotar en la final al francés Corentin Moutet, del que se deshizo con menos claridad que hace un año (cuando la cita se jugó en septiembre, desplazada en el calendario), pero también en dos sets, por 6-4 y 7-6 (5), en una hora y 55 minutos. Siendo el malagueño un jugador pasional en la pista, el galo lo supera, y se pasó casi todo el partido reñido consigo mismo y haciendo aspavientos. Llegó a tumbarse bocabajo sobre la tierra para mostrar sus incredulidad ante un bote cantado fuera.
El malagueño tuvo puntos de 'break' en todos los juegos al saque de Moutet del primer set, excepto en el último y, mostrándose más sólido con su servicio, no sufrió en exceso en la primera manga. Pero en la segunda todo estuvo más igualado. El pupilo de Jorge Aguirre malogro tres 'break points' en el quinto juego y se salvo de uno en contra en el sexto. Y se llegó a la 'muerte súbita', en la que estuvo más firme y sereno que el sexto favorito.
Ahora Davidovich se medirá en la primera ronda al búlgaro Grigor Dimitrov (17º), decimosexto favorito, en un duelo inédito. Están en la zona alta del cuadro del torneo en el Foro Itálico, y en el caso de vencer en esta cita estaría a dos pasos de un hipotético cruce con el número uno mundial, Novak Djokovic, si también antes se deshiciera de Norrie o Carballés.
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