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Poco más de dos meses (desde septiembre a inicios de noviembre) con un rendimiento excepcional han permitido a Alejandro Davidovich volver a cerrar con sobresaliente el año. No era fácil. Cada vez lo es menos, porque este 2020 era su primero en el 'top ... 100' y, sobre todo, el primero íntegro en el ATP Tour, sin acudir a Challengers, con la dificultad que tiene aún para acceder a cuadros un tenista que comenzó el curso el 85º y tuvo que pasar por la fase previa en cinco de los trece torneos disputados. La pandemia paró el circuito entre marzo y finales de agosto, otro reto para los tenistas, que nunca estuvieron tanto tiempo sin competir o pisar una cancha para un simple entreno.
No hay mejor aval de la progresión de Davidovich que el hecho de cerrar el curso de nuevo con su mejor 'ranking', el 52º, aunque su ausencia en Sofía esta semana y la continuidad del ATP Challenger Tour unas semanas le pueda hacer caer alguna posición. En París le ha dado otro gran bocado a la tabla, ya que partió el 63º, en el tercer salto mayor semanal en el 'top 100'. Empezó 2020 el 85º, pero varios malos resultados en tierra y ceder en la previa en Cincinnnati le dejaron el 99º, al borde de salir de la frontera más que psicológica del 'top 100'.
Con 21 años (cumplidos el 5 de junio), el futuro es de Davidovich, al que no se la augura techo aún, ni siquiera el de 'top ten', es esplendoroso. Es ya el quinto mejor español, tras desbancar últimamente a los veteranos Fernando Verdasco (64º), Feliciano López (62º) y Pablo Andújar (59º). Por delante quedan sólo Albert Ramos (46º), Pablo Carreño (16º), Roberto Bautista (13º) y Rafa Nadal (2º). Además, sólo tiene tres tenistas más jóvenes por delante (el 21º, el canadiense Auger Alliasime, el 43º, el serbio Kecmanovic, y el 44º, el italiano Sinner).
Ya sea en el cuadro individual o en el de dobles, la opción de ir a los Juegos Olímpicos, si finalmente se celebran, aumenta para el rinconero. El 'ranking olímpico', que se cerrará el 8 de junio, tras Roland Garros, no coincide con el 'ranking ATP' exactamente y mide resultados en los últimos meses. Hay un máximo de cuatro plazas individuales y dos más (una pareja) para el dobles por país. Hay que recordar que Davidovich ya ganó un torneo en dobles en Chile junto a Roberto Carballés, y ha jugado también con Verdasco.
Más de cinco meses de parón por la pandemia han afectado de forma desigual a los tenistas. Davidovich ha sido de los más beneficiados. Su sacrificio en el confinamiento y la dureza de los entrenos posteriores, varios de calidad en Marbella junto al número uno mundial, Novak Djokovic, han tenido su reflejo en la cancha. Tras caer ante Berankis en la previa de Cincinnati, el malagueño fue octavofinalista en el US Open, su mayor logro del año; pasó una triple criba en la previa de Roma ante sendos 'top 100'; fue semifinalista y cuarofinalista en las dos citas de Colonia, y llegó a octavos en un Masters 1.000, el de París. Su nivel de juego creció, a la par que otros acusaban molestias, se descartaban de cuadros o no estaban a la altura del primer tramo del año.
ATP 250 Doha: Final de la fase previa.
ATP 250 Auckland: Primera ronda.
Abierto de Australia: Segunda ronda.
ATP 250 Buenos Aires: Primera ronda de la fase previa.
ATP 500 Río de Janeiro: Primera ronda.
ATP 250 Santiago Chile: Dieciseisavos de final (campeón en dobles).
Masters 1.000 Cincinnati: Primera ronda de la fase previa.
US Open: Octavos de final.
Masters 1.000 Roma: Primera ronda.
Roland Garros: Segunda ronda.
ATP 250 Colonia 1: Semifinales
ATP 250 Colonia 2: Cuartos de final.
Masters 1.000 de París: Octavos de final.
Una de las claves de que Davidovich siga disparado en el 'ranking' es su mejoría en superficies rápidas, que le hacen ser ya un tenista más completo. Hasta este 2020, y pese a coronarse campeón júnior de Wimbledon, su mejor nivel se veía sobre la arcilla. Sin un saque dominante que le ofrezca muchos puntos 'gratuitos', este tramo final de año ha demostrado que el malagueño es igualmente competitivo en cemento o en torneos 'indoor', también favorecido en las dos citas de Colonia por una superficie no muy rápida. Su increíble movilidad y la agresividad y descaro de sus golpes lo convierten en temible.
Davidovich es el 40º de la ATP Race, que mide sólo los puntos sumados en 2020, un 'ranking' que mostrará ya pocas variaciones este año. Desde septiembre su balance es de dieciséis triunfos y seis derrotas, todas estas, salvo una (Lajovic) ante 'top ten': dos contra Schwartzman (verdugo del malagueño en tres de los trece torneos del curso) y Zverev y una contra Rublev. Incluso ganó a Khachanov (18º). Su nivel de tenis en esos meses ha sido mejor al de un 52º real.
¿Dónde está el margen de mejora de Davidovich? En una mayor madurez de su juego, algo que deben dar los partidos y, sobre a todo, a nivel mental. En este capítulo ha crecido, aunque sigue mostrando sombras. Ha superado con equilibrio y sin pérdidas de control citas complicadas a cinco sets en Grand Slam (ante Gombos y Hurkacz) y no titubeó contra Khachanov, pero 2020 dejó también tres citas para olvidar. Una, ceder en Buenos Aires ante Casanova (366º); la segunda, la dura 'guerra psicológica' contra Seyboth Wild y la grada en Río y, sobre todo, el varapalo ante Schwartzman en Colonia: tras el 6-2 y 5-2, con su mejor tenis de siempre, tuvo una bola de partido y tres juegos al saque para cerrar el triunfo, pero los nervios le devoraron.
Partidos ganados/perdidos: 19/13.
Ganados/perdidos en tierra: 5/5.
Ganados/Perdidos en superficie dura: 14/8.
Ganados/Perdidos en partidos de Grand Slam: 5/3.
'Tie breaks' ganados/perdidos: 5/4.
Quintos sets ganados/perdidos: 2/0.
Triunfos/derrotas después de ganar 1º set: 12/3.
Triunfos/derrotas después de ceder 1º set: 5/9.
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