Desvelado el pasado jueves 10 que se retira y que su última cita será en Málaga, en la Final a 8 de la Copa Davis, la reaparición de Rafa Nadal la semana pasada, en el marco de un torneo de exhibición, y sus palabras a ... los medios han generado ahora ciertas dudas. ¿Acaso no jugará ningún partido más? ¿Estaría en el doble? ¿Será finalmente el número 2 de España?
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Los tres escenarios son posibles, pero Nadal antepone la humildad en todo momento y no quiere hipotecar al capitán español de Copa Davis, David Ferrer, al que le espera ahora una difícil papeleta, al frente de un quinteto en el que hay cuatro tenistas 'top ten' o que lo fueron en el pasado (además de Nadal, Carlos Alcaraz, Roberto Bautista y Pablo Carreño) y el vigente número 1 en dobles, Marcel Granollers. Un equipazo.
Con un cuadro amable en el torneo, con el cruce inicial ante Países Bajos y uno posible de semifinales ante Alemania (sin Zverev) o Canadá (sin Auger-Alliasime), España tiene una ocasión pintiparada de repetir en una final del torneo, lo que no hacía en 2019, precisamente en la última ocasión en que ganó la Ensaladera, en Madrid, y en que compitió Nadal en el torneo. España vuelve a jugar en casa, en el Martín Carpena de Málaga, y las entradas para ver a Nadal el martes 19 de noviembre cotizan ya en el mercado negro con cuatro ceros a la derecha. La locura se ha desatado, pero a día, las incógnitas no están del todo satisfechas. ¿Pagar cifras prohibitivas por no ver a Nadal?
«No voy a hipotecar a España, que va por delante de mí. Si yo estoy preparado y el capitán me ve mejor que a mis compañeros, voy a estar en la pista. Pero si no me veo preparado realmente para dar el punto a España, no voy a salir porque sea mi último torneo, esta es la realidad. La prioridad es que España tenga la mejor opción para intentar tener éxito en la Copa Davis, después voy yo. En ese sentido, no es un torneo personal, pero voy a trabajar para darme la oportunidad», declaró el balear la noche del sábado, después de sendas derrotas ante Alcaraz y Djokovic en dos mangas, en esta última forzando un 'tie break', pero que no despejan dudas, máxime ante su falta de actividad.
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«Me voy a preparar de la mejor manera, de hecho he jugado aquí dos partidos que creo que me vienen bien para ello. No he forzado de una manera excesiva, porque llevaba mucho tiempo sin competir y tampoco había hecho muchos sets, evitando el riesgo en todo momento de tener una lesión. No tengo ninguna duda de que dentro de un mes voy a estar mucho mejor de lo que estoy aquí», añadió también Nadal, pero lo cierto es que no va a competir ni en París-Bercy ni en Belgrado o Metz, las últimas citas del ATP Tour, del que ya se ha despedido. Quizás en ellas, como reclamó Ferrer, podría haberse probado más.
Nadal llegará el jueves 14 de noviembre a Málaga y empezará a entrenarse. Ferrer tendrá que esperar a Alcaraz y Granollers, en Turín en las ATP Finals, y ya con todos deberá decidir en función de los entrenos. Bautista, que brilló en la fase de grupos en Valencia, ha ganado este domingo un torneo (el ATP 250 de Amberes) y es el 45º mundial, recuperando mucho terreno tras un año lesionado. Podría ser el 'dos' de España, en lugar de Nadal, quien tenga que abrir pista probablemente ante Van de Zandschulp. Y queda la vía de jugar en dobles junto a un especialista como Granollers, siempre que la eliminatoria ante Países Bajos lo reclame, porque después de un 2-0 los equipos pactan ya el cierre de la eliminatoria.
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