De romería para ver entrenarse a Djokovic

La convocatoria era a las 16.45 horas, como requisito indispensable para no quedarse descolgado del pelotón de fótografos, cámaras y periodistas, pero al final hubo una hora de retraso sobre el horario previsto, que en esta Final a 8 de la Copa Davis de Málaga suele ser muy estricto para todo tipo de actividades. Esperaba el número uno mundial, Novak Djokovic, quizás el mejor tenista de todos los tiempos, pero ese es ya otro debate.

Las reglas eran claras. Sólo quince minutos de tiempo máximo, que luego se quedaron en algo menos, y situándose en un fondo de la pista de entrenamiento de la carpa triple cubierta que se ha instalado en la explanada de caravanas anexa al Martín Carpena.

Sea por prurito profesional o no, los fotógrafos comenzaron la caminata desde la sala de prensa tomando las primeras posiciones para no perder hueco en la codiciada línea de llegada, una recta de apenas un metro de anchura deimitada por una valla. El gran Djokovic esperaba y ya ya había empezado la sesión, dirigido por el capitán serbio, Viktor Troicki y el también extenista Janko Tipsarevic.

'Nole' peloteó, a ritmo de competición, con el joven Hamad Medjedovic, en presencia también del marbellí Carlos Gómez Herrera, uno de los dos entrenadores personales del astro serbio (no hay constancia de que haya acudido a Málaga el otro, Goran Ivanisevic).

En un santiamén, llegó el aviso de volverse para el medio centenar de profesionales, no sin antes recibir un pelotazo en el torso la fotógrafa de este medio Marilú Báez. «Perdona», se le oyó a Djokovic, que estaba 'smashando' desde el otro lado de la pista en un perfecto español, el que podrá practicar este miércoles en la rueda de prensa del equipo serbio. Luego, habrá firma de autógrados en la 'fan zone' no se sabe si con todo el combinado, ante el guirigay que se puede montar en la explanada junto a la fachada del pabellón.

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