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La redención de Milos Raonic (318º) llegó de la forma más insospechada. El ex número tres mundial, allá por 2016, pero un 'top ten' más que consolidado durante años en el circuito, hace tiempo que estaba fuera de la circulación. Se le había perdido la ... pista, tras 22 meses de baja, pero reapareció este año en Hertogenbosch y este martes sumó el primer punto para Canadá en unas Finales de la Copa Davis que no han podido empezar de una forma más extraña.
Ante las bajas por lesión de Felix Auger-Aliassime (29º) y de Emil Ruusuvuori (68º), fueron Raonic y el semidesconocido Patrick Kaukovalta (715º) los elegidos para abrir pista. Y el canadiense apenas tuvo problemas para finiquitar la cita por la vía rápida: 6-3 y 7-5 (67 minutos), con un impresionante 97% de puntos ganados con primeros y 18 'aces'.
Raonic (32 años) siempre fue uno de los grandes 'cañoneros' mundiales. Carente de cierta movilidad para el intercambio desde el fondo o el juego de medis pista, no tuvo problemas pese a haber jugado sólo ocho partidos este año, siendo unos dieciseisavos de final en casa, en el Masters 1.000 de Toronto, lo más brillante.
A Raonic, finalista de Wimbledon en 2016 y ganador de ocho títulos ATP, pero que no jugaba en la Davis desde 2018, no podía plantearle problemas Kaukovalta (24 años) sólo se ha movido en Futures este curso. Apenas una presencia en un Challenger, hace días, con derrota. El de Turku jugaba el partido de su vida. Demasiada presión para un equipo, desarmado sin Ruusuvuori, porque tenía habas contadas para los 'singles'. Con su 1,93 metros, se mantuvo algo con el saque, pero poco más, pese a una afición finesa entregada en el Carpena.
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