Los otros protagonistas de la Copa Davis

De la misma forma que se habla durante el año de la 'Carrera a Turín' como la pugna entre los mejores tenistas del mundo por alcanzar una de las ocho plazas del torneo de maestros, de igual modo esa 'Race to Málaga' letras impresas sobre la pista de juego o cartel con el que posan los equipos tras pasar de ronda, apela al camino de los países por llegar a la Final a 8 de la Copa Davis del Martín Carpena y tiene un enorme efecto promocional.

Hace años que la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte viene trabajando en este último ámbito por la llegada de grandes eventos a la región: fase final de la Eurocopa de fútbol, partidos de la selección masculina y femenina, Series Mundiales de Rugby Seven, Mundial sub-17 de baloncesto... Y la Copa Davis está considerada la joya de la corona por su repercusión mundial. El tenis está expandido por todo el planeta, y la última Final a 8 de Málaga se siguió en 160 países y copó todo el fin de semana las portadas de los medios italianos.

Dentro del organigrama de la Consejería, antes vinculada a Educación, en la etapa de Javier Imbroda, y ahora ligada a Cultura y Turismo con Arturo Bernal, ha sido clave el papel entre bambalinas de un malagueño, el secretario general para el Deporte, José María Arrabal, tras su paso por el departamento de 'marketing' del Málaga, el Real Madrid de baloncesto o la NBA. Una persona fogueada en la materia que ha trabajado con pico y pala para ganarse el respeto internacional en la organización de eventos deportivos y codearse cada vez más con las altas esferas del tenis y otras federaciones internacionales.

Hace un año por estas fechas parecía una quimera que Málaga pudiera seguir siendo sede de la Copa Davis, al expirar un contrato de dos años. Valencia se postulaba con fuerza, tras acceder al torneo por la vía de acoger la fase de grupos, y con un impresionante pabellón en ciernes, el Roig Arena, con un aforo para 15.600 espectadores, aunque no se prevé que esté listo hasta final de 2024.

Sin embargo, Arrabal y su equipo fueron moviendo hilos durante meses para posicionarse de nuevo en cabeza. Arrabal ha visitado el US Open y Wimbledon y ha convencido al Board de la Copa Davis con el lleno (o casi lleno) en todas las jornadas tanto en 2022 como en 2023, en este caso sin que compitiera España, y con partidos en días de semana y una sesión matinal, la del jueves, El trabajo impecable ha dejado en mal lugar el discreto ambiente de La Fonteta en septiembre jugando España la fase de grupos, por no hablar de Bolonia, Manchester o Split.

La ITF ha desoído cantos de sirena con mejores ofertas económicas (sobre todo, de Oriente Medio) para no alejarse de Turín (las Nitto ATP Finals son la semana previa) y la posibilidad de que los ocho mejores del mundo, también las mejores parejas de dobles, tengan un viaje corto a Málaga, y por no arriesgar renunciando a algo que funciona bien.

Para colmo, la Junta de Andalucía aprovecha la buena relación con las otras instituciones locales, del mismo signo político, la Diputación y el Ayuntamiento, que colaboran en menor medida en la apuesta de la Consejería, cifrada esta en 6 millones de euros. La imagen de la entente fue ver a los responsables de estas instituciones este domingo, en un 'streaming' a nivel mundial copando los primeros segundos del mismo con el anuncio del acuerdo de 2024.

El argumento del número uno mundial, Novak Djokovic, apelando a que la Copa Davis lleva cinco años en España y debe rotar de país para atraer público joven es licito, pero la ITF ha apostado por la identificación, ese binomio Málaga-Davis, que es casi tenis-Andalucía, porque la región acogerá por segundo año en La Cartuja, en Sevilla, el desenlace de la Billie Jean King Cup femenina (la antigua Copa Federación).