¿Merece Davidovich jugar la Davis?

Se da por hecho que Bruguera convocará a ese quinto hombre. Seguramente lo anuncie el lunes 7 de noviembre o incluso antes. Siempre será mejor abordar la conquista de la séptima Ensaladera con cinco elementos que con cuatro. Ahora bien, ¿por qué no completó ya la lista? ¿Y por qué no ha llamado a Alejandro Davidovich? El malagueño, 31º del mundo, es el único tenista que puede presumir de local en estas Finales y también el único con un ‘ranking’ en la ATP tan alto (sin que haya habido renuncia del jugador, sanción, lesión o que su país no esté clasificado) que no ha sido convocado.

El argumento de Bruguera es claro y defendible. Prefiere esperar dos semanas más para comprobar el rendimiento en competición de los futuribles para acompañar a Alcaraz, Carreño, Bautista y Granollers, que son el propio Davidovich, Albert Ramos o Pedro Martínez, los que han estado en convocatorias ya en este 2022. Davidovich ya debutó ante Rumania en Marbella y se le citó para la fase de grupos de Valencia, pero se la tuvo que perder al lesionarse en una rodilla en octavos del US Open.

El problema para Davidovich es su bajo momento de forma actual, pero sería injusto recalcar esto y no recordar la mala racha de juego y resultados de Ramos (40º) hasta ayer, cuando dio la sorpresa ante Musetti en Basilea, o la del joven Pedro Martínez (60º). El de Mataró sólo había vencido en los últimos tiempos al 197º (Vavassori) y el 429º (Krummich) mundiales, pero en un Challenger y en tierra. Llevaba cuatro derrotas seguidas, como Davidovich ahora tras caer ante Kecmanovic, y ocho en los diez últimos partidos en el ATP Tour en dura, como se jugarán las Finales de la Davis en Málaga. Pero lo sucedido en Basilea obliga ya al rinconero a mostrar una actuación de lo más convincente la próxima semana en el Masters 1.000 de París Bercy.

Pocas parecen ya las opciones de Martínez, que no ha jugado esta semana, porque no pasó la previa del ATP 500 de Basilea y que lleva once derrotas en sus trece últimas citas. Sólo ha ganado a su compatriota Munar (57º), que podría ser otro de los candidatos, aunque Bruguera no se ha fijado nunca en él, y al australiano Popyrin (98º). En su caso, la próxima semana, tiene que jugar otra fase previa para estar en el cuadro final de París.

Es obvio que Davidovich no pasa por sus mejores días. Los finales de temporada, con torneos en pista cubierta, no son su mejor escenario. Este 2022 ha perdido los cinco partidos jugados en ‘indoor’, sendas derrotas en primera ronda en Montpellier, Rotterdam,Astana, Gijón y Basilea. Tras caer ante Berrettini en Nueva York estuvo un mes sin competir por la lesión que sufrió en su rodilla izquierda, y en su reaparición ha ido a más, pero sin alcanzar del todo el tono deseado. Naufragó ante Kotov (que no es ‘top 100’ por poco), mejoró ante Murray, pero apenas fue media hora de buen tenis antes de hundirse, y en el duelo acabado en la madrugada de ayer jugó un gran primer set ante Kecmanovic (29º) antes de sufrir otro claro bajón después.

Esto es lo que puede preocupar más a Bruguera, esos dientes de sierra que pueden apuntar a que su tono físico, una de sus grandes virtudes, no está siendo el mejor. Así las cosas, lo que suceda en París-Bercy será determinante, como todo lo que avance Ramos en Basilea (se las verá hoy contra Bublik). Ni siquiera cabe descartar la posibilidad de que el capitán español se decante por un doblista. El canario David Vega, semidesconocido para la mayoría, está completando un año espectacular junto al brasileño Matos: títulos en Marrakech, Mallorca, Bastad y Sofía y finales en Múnich y Tokio, todos ellos en el ATP Tour. Es ya el 34º del ‘ranking’ de dobles (Granollers es el 13º). Todas las selecciones, salvo Estados Unidos, llevan dos especialistas en su lista, pero España, con tantos jugadores destacados individuales (Davidovich, el cuarto en el ‘ranking’ sin Nadal, es el 31º), opta por llevar a más especialistas en ‘singles’. Hay dos argumentos de peso en contra de Vega. Bruguera no le ha lanzado guiños en público. Su explicación es que confía más en el nivel de buenos tenistas individuales en dobles. Además, Vega no compite junto a Granollers, no tiene una compenetración especial con él.