El director de las Finales de la Copa Davis, el español Feliciano López, emitió un emotivo vídeo dirigido a Rafa Nadal, al que se refirió con evidente cariño desde todos los prismas que le tocan: el de antiguo compañero y el de responsable del torneo ... en el que colgará la raqueta. Comenzó agradeciéndole todo lo que ha dado al tenis y al deporte en general, a nivel nacional primero y a nivel global después.
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«Hola, Rafa. Como te podrás imaginar no es nada fácil para mí mandarte este mensaje. Me he emocionado mucho al ver este vídeo, como todas las personas que lo han visto. Se me han pasado por la cabeza millones de anécdotas y momentos que he tenido la suerte de vivir contigo, y quería mandarte un pequeño mensaje, sobre todo de agradecimiento, que es lo que siento yo y millones de personas en el mundo. Gracias por todo lo que has hecho por el tenis y por el deporte en general, en todo el mundo. Y por hacerlo de la forma en la que tú lo has hecho», introdujo.
Destacó, por encima de su palmarés y de la envergadura de su figura como deportista, su calidad humana y los valores que encarnó durante los más de 20 años que ha estado compitiendo en la cresta de la ola: «Tu grandeza como persona está por encima de tus logros deportivos, y ese es el mayor legado que vas a dejar. No sólo te van a recordar como el grandísimo jugador que eres, si no por la persona. Tienes que estar muy orgulloso de eso. Has sido el mejor compañero posible, con una pasión espectacular por todo lo que hacías. Contagiabas energía y buen rollo. Me siento muy afortunado de haber podido compartir contigo muchos momentos».
Y en la última parte de esta pieza audiovisual de tres minutos habló como director de la Final a 8 del torneo: «Y como director de las Finales, decirte que no podemos ser más afortunados de tenerte en Málaga y de que representes a tu país una vez más. Sé lo importante que ha sido para ti la Copa Davis y jugar por esos colores. Espero que disfrutes tus últimos partidos como profesional». Además, le mandó un mensaje de compromiso y máxima exigencia, en primera persona, y también un deseo de futuro: «Desde la organización intentaremos estar a la altura de tu leyenda. No va a ser fácil. Te deseo lo mejor en tu nueva etapa, estoy seguro de que vas a encontrar un montón de cosas que te van a hacer feliz, empezando por tu familia. Un fuerte abrazo».
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