España, con un pie fuera de la final a ocho de la Copa Davis en Málaga

Todo salió a disgusto del malagueño ayer. El inesperado número uno español perdió en su debut en individuales ante un gran Jiri Lehecka (30º) y, luego, en el doble, con lo que sigue negado en el torneo, con un 0-3 de balance tras debutar por parejas en Marbella en 2022. Pero la debacle española requiere un análisis mucho más allá. Los cuatro mejores tenistas nacionales al comienzo del año no han llegado a la cita. Rafa Nadal y Pablo Carreño llevan meses de baja; Carlos Alcaraz renunció el domingo para tener más descanso y por unas molestias musculares sufridas en el US Open, y Roberto Bautista (42º) acudió a Valencia, pero apenas para entrenarse, sin haber reaparecido desde mediados de julio de una fractura de peroné. Por eso no fue alineado.

Así las cosas, ayer comparecieron como primeros espadas dos debutantes. Ni Bernabé Zapata (73º), como número dos, ni Davidovich habían jugado individuales. Y todo salió torcido desde el renglón inicial. Zapata sólo dispuso en todo el duelo ante Thomas Machac de una bola de 'break'. El checo, 119º mundial y con sólo nueve partidos en el ATP Tour este año (tres victorias), le sorprendió haciendo gala de un buen saque en una pista mucho más rápida que la del año pasado en el torneo.

El doble 4-6, en hora y 35 minutos incrementó la presión sobre Davidovich, que de paso bailaba con la más fea. Ante un Lehecka que ha dado el gran salto este 2023 (cuartofinalista en el Abierto de Australia, semifinalista en Doha y subcampeón hace semanas en Winston Salem). Rápido, certero, soportando bien la presión, intratable casi con el servicio (un 81% de primeros saques dentro y 72% de puntos ganados con primeros), el hecho calcó casi el resultado del único cruce entre ambos en el Tour: un 6-7 (4) y 3-6 en Queen's hace unos meses, frente al 6-7 (5) y 5-7 de ayer, algo más reñido.

Fueron casi dos horas de pelea en las que Davidovich dejó escapar una gran oportunidad tras su único 'break' del partido, un 3-2 y saque que no consolidó. Siempre a remolque, como en el 5-6 y 0-30 de la primera manga o en el desarrollo del 'tie break', el choque se le fue en el undécimo juego del segundo set, muy mal jugado. Tuvo arrestos después, cuando Lehecka sacaba para cerrar, para pasar del 30-0 del checo a un 30-30. Entonces un 'passing', cuando el malagueño se dio un monumental costalazo para evitarlo, lo dejó ya con el primer 'match ball', que zanjó con un buen primer saque.

El nuevo capitán español, David Ferrer, que seguramente maldiga por dentro tanto contratiempo, mantuvo el plan inicial, que Davidovich también jugara el doble, junto al gran especialista, Marcel Granollers y ante Pavlasek y Mensik (18 años). Buscaba seguramente que su líder reforzara la moral con un triunfo que difícilmente habría tenido valor, sólo en caso de un triple empate entre Serbia, República Checa y España a dos victorias (para ello la 'Armada' ha de ganar mañana y que Serbia derrote a los checos).

Pero ni por esas. Fue un suplicio. En el 7-5, 6-7 (6) y 4-6 España tuvo dos bolas de partido y ls malogró en el 'tie break'. Davidovich se ganó un 'warning' por tirar su botella. Por si el día horrible español fuera poco, la escasa asistencia a La Fonteta puso la guinda, con no más de 3.500 espectadores. Despertó más expectación el entrenamiento de 'Nole' en L'Alqueria y durante el segundo partido ganó la batalla la afición checa con un seguidor con trompeta que descentró a Davidovich hasta el punto de ser retirado por la policía.