Los ocho equipos que competirán en Málaga en las Finales de la Copa Davis

La vigente campeona sigue a gran nivel. Pasó la criba de la fase de grupos sin sus dos referentes, Auger-Aliassime y Shapovalov, ambos en baja forma durante este año, y con los jóvenes Diallo y Galarneau sorprendiendo en individuales, el segundo ganando incluso sus tres citas. Eso y el oficio de Pospisil en pista cubierta, gracias a su saque y volea, les convierte de nuevo en un claro aspirante.

Clasificada sin recurrir a Berrettini (apenas pudo ayudar por lesión en 2022 en Málaga) ni Fognini (de capa caída), le sobran tenistas de nivel, con un líder como Musetti, que en Bolonia ha ayudado más que otra cosa en el doble y, sobre todo, gracias a Sonego y Arnaldi, que han llevado el peso del acceso a las Finales. Favoritos ante Suecia, la clave fue el 3-0 infligido a la Chile de Jarry y Garín, que ha desaprovechado una ocasión de hacer historia.

Una de las naciones con más tradición en este torneo, mantiene la misma formación que llegó a la final en Málaga el año pasado, con el rapidísimo e infatigable Alex de Miñaur y con Kokkinakis en 'singles' y la excelente pareja de dobles Ebden-Purcell. Será otro equipo a batir, que se crece en este tipo de citas.

Novedad respecto a 2022, donde fue una de las decepciones en la fase de grupos. En esta ocasión selló el pase in extremis en Manchester ante Francia, que sigue sin meterse en la fase decisiva. La pareja de dobles con Daniel Evans y Neal Skupski ha dado las victorias en dos de las tres series, y Cameron Norrie rindió por debajo de las expectativas perdiendo sus dos partidos individuales. La presencia de Andy Murray en el equipo es otro aliciente, además del tirón de británicos en la Costa del Sol deseosos de ver a sus compatriotas.

Ha rendido a un nivel sobresaliente en Valencia, hasta el punto de dejar fuera a España, contra todo pronóstico pese a sus ausencias. Ganaron sus nueve partidos, con Lehecka, en el año de su eclosión, como número uno y Machac (que ni siquiera es 'top 100') de dos, y con Pavlasek y el jovencísimo Mensik como una sorprendente pareja de dobles.

La vuelta de Djokovic a la Davis se saldó con el triunfo de 'Nole' ante Davidovich en el partido que dio el billete a su país para Málaga. No jugó más, y se comenta que acudió desde Nueva York (con un homenaje de por medio en Belgrado) para poder tener derecho a acudir a los Juegos de París (para los que se exige haber jugado partidos en la Davis durante el ciclo olímpico), pero su afán por llevar a lo más alto a su país permite esperanzarse con su presencia en el Martín Carpena en noviembre, y no como espectador, como en 2022. Djere, en su mejor año, Kecmanovic y Lajovic completan el equipo, con Cacic en dobles. Eliminada en la fase de grupos la pasada edición, ha dado un paso adelante.

Ha salido indemne de un grupo muy difícil junto a Croacia (pese a no estar Coric ni Cilic, lesionados) y una decepcionante Estados Unidos, con Paul, Tiafoe y McDonald lejos de su nivel. Tiene dos 'singlistas' como Van de Zandschulp y Griekspoor que son competitivos en pista rápida, y una excelente pareja de dobles, con los especialistas Koolhof y Middelkoop.

La gran sorpresa de la fase de grupos celebrada en Split. Con sólo dos tenistas en el 'top 700', ha logrado la hazaña, gracias a Ruusuvuori, su líder, y un pujante Virtanen (22 años, 126º), con una gran aceleración en sus golpes. Cuenta con un consumado doblista, Heliovaara, aunque su compañero habitual en el circuito, el inglés Glasspool, no puede ser obviamente aquí su pareja. Seguro que el equipo estará bien respaldado en el Carpena por la amplia colonia finesa presente en Fuengirola.