Panorámica del Martín Carpena en la final de 2024. MARILÚ BÁEZ

Una Copa Davis revalorizada gracias a Málaga

El torneo aterrizó con muchas dudas en el Carpena en 2022 y se marcha a Italia por cifras millonarias y con las expectativas de la ITF de que siga creciendo allí hasta 2027

Miércoles, 4 de diciembre 2024, 00:00

Imagínense un enfermo que se hospitaliza y del que hay dudas incluso sobre su supervivencia. Tras un periodo en el que fue cuidado con mimo por las enfermeras, recibe el alta en perfecto estado de revista, olvidados todos los achaques. Valga la imagen para definir ... lo que ha sido el paso de la Copa Davis por Málaga en este ciclo de tres años que ha sido crucial en el fortalecimiento deportivo del torneo, ahora muy revalorizado, tanto que fue imposible pelear por su permanencia ante la ciudad ante dos ofertas superiores en el doble al montante que venían ofreciendo las instituciones locales por la Final a 8.

Publicidad

Más allá del espaldarazo de que Rafa Nadal eligiera el marco de una Copa Davis para su retirada, tremendo aval, ya hay otros indicios de este 2024 que aluden a este salto en el torneo: un 43% del total de aficionados llegados desde los países que participan en la fase final, un número uno mundial como Jannik Sinner que se alista para defender la conquista de 2023, con cuatro 'top ten' en el cuadro, y no fueron más porque el resto no pudo lograr la clasificación. Sólo renunció Alexander Zverev.

Desde que la ITF confió en Kosmos para el rediseño del torneo a finales de la década anterior, la Davis fue objeto de todo tipo de críticas, muchas desproporcionadas, poco justas. Al margen de la antipatía de muchos sectores hacia la figura de Gerard Piqué (un futbolista como ideólogo de un formato de un torneo ancestral de tenis), pareció olvidarse que estaba ya de capa caída por su difícil encaje en el calendario, encajonado en el sobrecargado circuito de la ATP.

Jannik SInner cierra el puño para celebrar un punto en la final de la Copa Davis de 2024 en Málaga. MARILÚ BÁEZ

El formato se ha ido reajustando y el de 2025 parece contentar a casi todos. Siguen apareciendo sólo tres ventanas durante el año (resuelta una queja de los tenistas), se mantienen las eliminatorias en casa de uno de los equipos en dos de las fases (las de febrero y septiembre), y la Final a 8 a se acepta cada vez más como un buen desenlace, para no sobrecargar el calendario. Para colmo se ha dado satisfacción a otro sector crítico: el torneo sale de España, donde se mantenía la fase final desde 2019 (dos años en Madrid previos).

Publicidad

El adiós de Málaga a la Copa Davis lo ha otorgado el mercado. El presidente de la ITF, David Haggerty ya anunció en Málaga el día de la final que «tendremos muchos factores en cuenta a la hora de tomar una decisión con respecto a la sede, pero el más importante será que se continúe el crecimiento del deporte y la Copa Davis como competición, no el dinero». Frente a las ofertas astronómicas de China e Italia, esta llegada tras el desenlace de la edición de 2024 (hasta entonces Málaga estaba posicionada en primer lugar para repetir), la ITF mata tres pájaros de un tiro llevando la cita a Bolonia en 2025 y firmando hasta 2027 con Italia (se rumorea que Turín y Milán serán las sedes los dos años siguientes). Primero asegurarse a los 'top ten', que relanzan el torneo y que querían una Davis cerca de Turín, donde las ATP Finals la semana anterior; segundo, sacar a la Davis de España y darle nuevos destinos; y tercero, una gran bolsa económica para el amplio despliegue organizativo que requiere esta cita.

Málaga pone fin a un binomio de tres años. Habrá 'reventaores' que celebren el cambio, y el pabellón no se cerrará para el uso del Unicaja en noviembre de 2025, pero sólo el tiempo pondrá en su justo valor el éxito organizativo (gradas llenas, ¿las habrá en Bolonia un día laborable por la mañana?), económico, deportivo y social de este trienio. Y lo que le ha dado a la ciudad, que es mucho.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad