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No se sabe qué sucedería si a alguno de los cinco tenistas de la 'Armada' convocados para las Finales de Málaga se le cayese un ... bote de colonia en el pie (por recordar el episodio sufrido por Cañizares). Puede que entonces tampoco Bruguera se acordase de Alejandro Davidovich, convertido por el capitán de Copa Davis español, en el mejor de los casos, en la séptima raqueta del país, cuando fue campeón del mundo júnior en Wimbledon, finalista este curso en el Masters 1.000 de Montecarlo (con victoria incluida ante Djokovic, haciéndole más 'breaks' que nadie en su carrera) y, sobre todo, es 31º mundial. Ningún tenista con ese 'ranking' se ha quedado fuera del cartel de las Finales de Málaga, salvo lesión, renuncia expresa, sanción o que su país no esté clasificado. Es una realidad que es el tenista español con más proyección al margen del talento excepcional de Carlos Alcaraz, de esos que florecen cada muchas décadas. A sus 23 años, Davidovich termina 2022 casi en el 'top 30' con casi todo aún por mostrar en este deporte, y para él hubiera sido una gran experiencia de aprendizaje esta cita, porque está llamado a jugar muchas eliminatorias en el torneo.
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Además, Davidovich tenía otro argumento a favor, un tanto intrascendente en lo deportivo, que toca la vena sentimental de una buena parte de los asistentes al Carpena el miércoles 23, en la difícil eliminatoria de cuartos de final contra Croacia: es malagueño. El caso es que tras la lesión de Alcaraz, conocida el sábado, y habiendo renunciado Nadal, los números uno y dos mundiales, el rinconero sigue sin tener hueco en los planes de Bruguera.
Es lícito reconocer en favor del grandísimo extenista barcelonés que Davidovich no estaba en su mejor momento de resultados, pero tampoco tenistas con peor 'ranking' que él que sí han sido en cambio elegidos por delante. Después de llamar a los indiscutibles Alcaraz (1º), Carreño (13º), Bautista (21º) y Granollers (16º en dobles), Bruguera se dio dos semanas más para decidir mientras seguía las andanzas de los futuribles en Basilea y Paris-Bercy. No cambió nada en la discreta trayectoria de todos, pero el viernes, antes de lesionarse Alcaraz, el que completó el quinteto fue Albert Ramos (39º), con una victoria en sus siete últimos partidos en el ATP Tour, todos en rápida (como en Málaga), la sumada ante Musetti. Davidovich, mientras, también tuvo rachas de buen tenis ante Murray, Kecmanovic (29º) y, sobre todo, Fritz (noveno del mundo). Al serbio le ganó un set, y al estadounidense, casi. Su delito es haber perdido cuatro partidos tras caer en octavos del US Open.
Ayer, tras caerse del equipo Alcaraz, el elegido fue Pedro Martínez (62º), con doce derrotas en las catorce últimas citas y que no estuvo en los cuadros finales de Basilea y París-Bercy. En esta serie sólo ganó a Munar, y Popyrin, que ya no es 'top 100'. Seguramente, Bruguera piense en él como acompañante de Granollers en el doble, donde es el 78º mundial y este año ganó un torneo (Kitzbuhel) en tierra. El hermano de Marcel, Gerard, es el entrenador del valenciano, pero no juegan juntos en el circuito. Martínez ha perdido cinco de sus seis últimos choques en esta disciplina. Como Davidovich, hay otro agraviado en esta historia: el canario David Vega (31º) y con cuatro títulos ATP este año, tampoco considerado.
Bruguera premia a Ramos y Martínez por su papel en Valencia en la fase de grupos, en la que faltaron Nadal, y los lesionados Carreño y Davidovich. Ramos derrotó a Djere (73º) con sufrimiento al ser reservado Alcaraz, que acababa de volver de Nueva York. Martínez y Granollers batieron a los coreanos Nam y Song y los serbios Cacic y Lajovic. No hay que entender mucho de tenis para saber que Croacia será otro nivel: Metkic y Pavic, ex números uno mundiales, y Cilic y Coric en individuales. Mientras, Davidovich, en casa. O en la grada, si es que le da por acercarse desde Fuengirola.
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