Australia renace cuando estaba casi eliminada

Pero el suspense fue máximo en el Martín Carpena en la segunda jornada de esta Final a 8 de la Copa Davis. La República Checa comenzó 'machacando' a los 'aussies', recurriendo al juego de palabras con su número dos, Thomas Machac (56º), un tenista de sólo 23 años que sigue progresando en el circuito, sin llamar la atención en los resultados, pero de esos que apenas falla con su selección. De Machac sólo se pueden destacar sendos cuartos de final en los ATP 250 de Houston y Estocolmo este 2023, pero en cambio ganó los tres puntos en los que participó en la fase de grupos de Valencia, ante Zapata, Hong y, junto a Pavlasek, contra Cacic y nada menos que Djokovic, en el impresionante nueve de nueve de los checos toda la semana.

Curiosamente Machac perdió ante su rival de ayer, Jordan Thompson (56º), en el único duelo celebrado en el ATP Tour (en tres sets en la previa del Masters 1.000 de Miami), pero esta vez el checo demostró tener muy claro el plan de partido, muy sólido desde el fondo y sin ceder su servicio. De hecho, así sacó adelante la primera manga, salvando sólo dos 'break points' ante un rival con mejor servicio, pero que salió peor parado de los largos 'rallies' con los que retaba al checo a Thompson, finalista este 2023 en Hertogenbosh. A Machac le costó cerrar la victoria. Sacó con 5-4 en la segunda manga y entonces sufrió el primer quiebre del partido, pero se rehizo con 'contrabreak' para el 6-4 y 7-5 final (en 1 hora y 54 minutos).

Thompson guardaba buen recuerdo de Málaga. El año pasado no falló allí (llegaba con 9-4 en su balance en la Davis) ante Griekspoor ni en dobles, jugando con Purcell, contra los peligrosos Metkic-Pavic. Pero esta vez Machac fue justísimo vencedor, dominando de cabo a rabo.

La presión se hacía mayor sobre Alex de Miñaur. No hay mejor ejemplo de la importancia del factor mental en el tenis que lo sucedido en el mejor partido que se lleva de torneo. Jiri Lehecka (29º) sacaba con 6-4 y 5-4 para cerrar el pase de la República Checa a semifinales, pero en este deporte hay que jugarlo todo.

Alex de Miñaur (12º) nunca se fue del partido, lo que sí hizo Lehecka, que después de defender su saque todo el duelo cedió su servicio en blanco. Una volea desviadísima en el primer punto del juego fue especialmete premonitaria. Fuera de sí, nervioso, entregó el segundo set en la 'muerte súbita' y parecía que tampoco remontaba el vuelo en la tercera manga, que comenzó cediendo su saque.

6-4, 6-7 (2) y 0-2. Tuvo un amago de reacción, igualó el set y llegó a gozar de 3-2 y 0-40 al resto, pero las oportunidades están en la pista, y de nuevo Lehecka, infalible desde que comenzaron las Finales de este año (lo ganó todo en la fase de grupos, incluido al malagueño Davidovich para dejar a España sin su presencia en el Carpena), demostró que también es débil, y que su cabeza le da vueltas a los fallos.

Ganó al final De Miñaur (que cerró con 5-7 en dos horas y 34 minutos), en su mejor temporada personal, y como el martes el doble volvió a ser decisivo. «El equipo australiano juega muy lejos de nuestro país, pero siempre que estamos en Málaga es como estar en casa», sentenció a pie de pista el ganador en un perfecto castellano. No en vano se crió en Alicante y su madre es española y, como en 2022, trata de poner a la afición de su parte, máxime cuando en el pabellón predominaban ayer los aficionados checos.

La exhibición de Purcell y Ebden después fue digna de ver. Sólo cedieron dos puntos con su servicio en el primer set, y rompieron en el undécimo juego del segundo para el 4-6 y 5-7 final, en apenas una hora y cuarto. Con este dúo Australia tendrá mucho que decir en el torneo.