Australia, finalista 19 años después

El equipo australiano pareció inyectarse en las venas el gen competitivo de su capitán, Lleyton Hewitt, un histórico del torneo, aunque apenas le apoyaban una veintena de compatriotas en el Carpena acabó por decantar al público de su lado, ante el verdugo de España, una Croacia que partía comofavorita y era la vigente subcampeona liderando el 'ranking' mundial del torneo.

El guión no salió conforme a lo esperado para los croatas, aunque empezara ganando Borna Coric (26º). Lleyton Hewitt analizó a quién de su tropa llevaba al desolladero, y esta vez fue Thanasi Kokkinakis (97º), no un Jordan Thompson ganador el martes ante Países Bajos. El balance fue igual de desesperante probablemente que si hubiera salido su compatriota: 6-4 y 6-3 en hora y 32 minutos.

Debió de pensar Hewitt que el servicio de Kokkinakis quizás podría incomodar más a Coric, pero ni por esas. El croata no se inmutó. Arrancó algo más frío, padeció algo sacando en el noveno juego, con un 30-30, y ya se puso las pilas en el décimo para cerrar el primer set al resto, cuando más podía presionar.

Kokkinakis, pese a que comenzó el año ganando un torneo en Adelaida, en su ciudad, en realidad anda al borde de salirse del 'top 100' y no ha terminado de explotar en ese tenista que prometía de júnior y en su llegada al ATP Tour. Comodín en el equipo 'aussie', porque puede rendir muy bien en el doble (aunque su compañero ideal es el ausente Kyrgios), cumplió en la aportación de saques directos, pero poco más. Su movilidad en la pista y revés son algo más débiles, y aunque dejó ganadores espectaculares, le faltó talla en los puntos importantes.

Luego llegó el turno de los números uno. Alex de Miñaur, el infatigable correcaminos australiano, desactivó el misil de Cilic y todo su planteamiento de partido. Un increíble doble 6-2 corroboró la enorme diferencia del encuentro, impensable tras contemplar la versión del croata el miércoles ante Carreño. Pero el de ayer era otro choque, por más que hace un año, en el mismo día (25 de noviembre), en el mismo torneo, en el mismo tipo de pista, Cilic ganara por 2-1. Fue precisamente el último duelo entre ambos, y quizás entonces De Miñaur terminara de tener claro qué hacer para sacar de sus casillas al veterano gigante, al que dejó con más dobles faltas que 'aces' (9-8), con un pobre 27% en segundos saques y con 32 errores no forzados.

Sencillamente De Miñaur desquició a Cilic devolviendo casi todos sus golpes y obligando al croata a apurar en el punto de mira y a fallar. No ofreció ni un solo punto de 'break', y ya en el primer juego del partido logró un quiebre. Fue un calvario el de Cilic, que no pudo meterse en el encuentro, por más experiencia que tenga lidiando con la presión.

«Os invito a que animéis a Australia en el doble porque vamos a ganarlo todo», pidió a pie de pista De Miñaur en un perfecto castellano, el aprendido después de tantos años en Alicante, adonde llegó por trabajo de sus padres. Pudo ser español, y entonces habría desactivado el misil tierra-aire en cuartos de final, y quizás la historia de esta Copa Davis de Málaga podría haber sido otra.

Como si hubieran jugado los australianos Max Purcell y Matthew Ebden el doble, la pareja ganadora del último Wimbledon, que se rompió para hacer sitio a Jordan Thompson en lugar de este último. 488º en el 'ranking' de dobles, con un 3-6 en su balance este 2022 y con un solo duelo jugado en competición junto a Purcell, que acabó con retirada rival. Sólo un torneo (en Brisbane, en 2017 y con Kokkinakis) figura en su palmarés.

Extraña decisión, que no pudo salir mejor en un duelo muy duro de dobles, propio de buenos especialistas. Los australianos mantuvieron el tipo en la primera manga hasta descomponerse en la 'muerte súbita', en la que se vieron con 6-1. Pavic (5º) y Metkic (8º), el punto más débil ayer, que vienen de un subcampeonato en las ATP Finals, sólo concedieron dos 'break points', y ahí cavaron su tumba en cada uno de los sets siguientes. Un pleno de eficacia 'aussie' difícil de igualar: 6- 7(3), 7-5 y 6-4 en dos horas y 16 minutos.