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Panorámica de la grada del Martín Carpena, abarrotado, durante la ceremonia previa de presentación de los equipos, con banderas e himnos. MIGUE FERNÁNDEZ
Una charanga de Rijeka contra una mayoría ruidosa rojigualda

Una charanga de Rijeka contra una mayoría ruidosa rojigualda

Lleno total en el Carpena, pese a la coincidencia del debut nacional en el Mundial de fútbol, y suceso negativo con dos activistas vegetales que intentaron engancharse a la red

Miércoles, 23 de noviembre 2022, 19:49

Se invirtieron los papeles: la charanga la puso Croacia, una de Rijeka, pero los ánimos llegaron de una amplia mayoría rojigualda. Las bocinas, aplaudidores y gritos de miles de personas que retumbaban en el Martín Carpena. Dio igual que España se midiera a Costa Rica en su estreno en el Mundial de fútbol a la misma hora que el primer duelo de la serie. 'Hay gente pa tó', y a fe que se notó en un recinto en el que no cabía ni un alfiler, ni siquiera en esos 'boxes' ubicados en la zona de los fondos bajos del recinto y que son los que mejor visión tienen del desarrollo de los partidos. No por casualidad el palco presidencial, excepcionalmente, está en uno de ellos, no en un lateral, donde el tenis obliga a girar el cuello de forma rítmica cada pocos segundos.

No faltaron ninguna de las principales autoridades autoridades, con el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que mantuvo una animada charla con el responsable de Kosmos, el ya exfutbolista Gerard Piqué (hoy enchaquetado, no con sudadera como el martes); el presidente de la Diputación, Francisco Salado, y el director de Deportes de la Junta, José María Arrabal, además del director de torneo de las Finales de la Copa Davis, David Ferrer.

En los diferentes espacios de la grada se vieron muchas banderas españolas, algunas identificadas con la procedencia de los aficionados: San Roque, Elche, Ibi,... Y la guerra fría se mantuvo toda la tarde-noche. Miles de españoles contra una veintena de croatas agrupados junto a su banquillo, y entre medias el DJ de la pista tratando de hacer oír sus composiciones en cada intermedio. Pese a todo, el juez de silla australiano supo imponerse en los puntos clave, a gritos de «¡Por favooor¡» que tendían a repetirse ante una grada muy desatada en los ánimos.

Una zona de aficionados croatas, a la derecha de la cual, tras el banquillo de jugadores, se situó una charanga sobre una pancarta de Rijeka. MIGUE FERNÁNDEZ

¡Señoras y señores, por favor, no tomar fotos con flash«, advirtió también el juez, y es que hay muchos detalles que pueden descentrar a los tenistas en su juego, como el naranja fosforito de los petos de los medios gráficos, ubicados en taburetes a pie de pista tras los rótulos publicitarios de led. Pero el suceso más insólito fue ver a dos activistas (un hombre y una mujer) tratar de encadenarse a la red en un descanso del primer duelo, lo que fue evitado rápidamente por las fuerzas de seguridad. Los espontáneos exigían cambios urgentes en el sistema alimentario y se ganaron el abucheo de la afición. Las imágenes difícilmente se habrán visto en las transmisiones televisivas, que interrumpen en los descansos para la publicidad.

Fue una jornada de mucho calor en Málaga, sólo aliviado por el intenso viento, de esas que debió sorprender a la mayoría de los centenares de visitantes estos días en la Costa del Sol, pero el bochorno no fue óbice para que se viera una intensa actividad en la Fanzone exterior (que hay que recordar que está abierta a todo tipo de público, con sin entrada) y en el área de hospitalidad que acoge al millar de espectadores VIP, levantado en el aparcamiento del estadio Ciudad de Málaga, y cuyo grado de ocupación aumenta exponencialmente a medida que avanza la noche.

Aficionados españoles, en una mesa de uno de los bares de la Fanzone. MIGUE FERNÁNDEZ
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