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La vida le ha cambiado y de qué forma a Carla Suárez (Las Palmas, 1988). La que fuera undécima mejor tenista del mundo en abril de 2015, con títulos en Oeiras y Doha en el WTA Tour, cuartofinalista en Roland Garros (2008), el Open de ... Australia (2009) y el US Open (2011), o cuatro veces olímpica, ha pasado por experiencias de todo tipo. Hasta por un linfoma de Hodgkin, que se le diagnosticó en 2020, y volvió en la segunda mitad de 2021 para retirarse y despedirse de las pistas con honores. Pero seguramente nada que ver con la experiencia de ser madre de dos gemelas de cinco meses, como ahora, asentada en Logroño junto a su pareja, la futbolista Olga García. Este jueves pasó por el Centro Cultural Vicente Aleixandre de Alhaurín de la Torre para hablar de 'Talento femenino y Deporte' en una charla junto a la periodista Pilar Casado, organizada por la Fundación General de la Universidad de Málaga, en colaboración con el Ayuntamiento local.
-¿Qué es de Carla Suárez? ¿Sigue haciendo deporte?
-Ahora estoy bastante más tranquila, con menos responsabilidades profesionales, pero con otras. Estoy contenta, adaptándome poco a poco, disfrutando de la vida, y desconectando algo del deporte. No lo estoy practicando con mucha normalidad.
-Su pareja (Olga García) es una futbolista que ha tenido experiencia en la élite. Tanto por ella como su amplia trayectoria como deportista al más alto nivel, ¿cómo han vivido el 'caso Rubiales'?
-Ha sido una revolución social. En parte es una pena que haya sucedido, pero, y quiero que se me entienda bien, ha sido positivo, porque muchas mujeres sufrían ese tipo de acoso, probablemente sin ser conscientes del todo y esto ha abierto los ojos a la sociedad en general. Hay que erradicarlo y evadirse de lo negativo. Sobre todo, que tampoco olvidemos la mejor noticia, que las chicas fueron campeonas del mundo del fútbol, y que eso es un hito.
-¿Habrá un antes y un después de ello entonces?
-Yo creo que sí. Se les va a tener más en cuenta a las deportistas, que ya últimamente se las tenía algo más en consideración. Todo va a ser más igualatorio, no en un corto plazo pero si más a medio.
-Usted viene de uno de los deportes con menos desigualdad...
-Si, estoy de acuerdo. En el tenis hemos tenido mucha suerte, empezando por la parte económica, aunque haya algunas diferencias en horarios o pistas en torneos conjuntos. Al ser un deporte internacional, que ha tenido grandes iconos mundiales como Serena Williams, Venus Williams o Maria Sharapova, creo que ellas han ayudado a que nuestro deporte sea más justo.
-¿Ha sufrido usted episodios de machismo en su carrera?
-No. No me he sentido acosada o explotada. Probablemente compañeras mías sí.
-Hablemos de su enfermedad. Le he oído decir que le costó más comunicarla a su entorno que superarla…
-Sí, cuando te dan la noticia reaccionas de una manera y sabes que la tienes que pasar tú sola y hacer caso a los médicos, pero contarlo no es fácil. Tus familiares y personas cercanas lo van a sufrir y van a querer ayudarte, pero muchas veces no van a poder hacerlo. Por suerte todo salió bien y se pasó rápido y fue fundamental confiar en los médicos.
-En esos meses de inactividad. Se preocupaba mucho en tener información de lo que le pasaba o se centraba más en cumplir con el tratamiento y las pautas cara a su recuperación física y la vuelta a los entrenamientos.
-La verdad es que no busqué nada en Internet. Los médicos fueron muy claros y seguí siempre sus directrices y confié mucho en ellos. Me dieron muchas esperanzas y no me hizo falta asustarme, porque a veces en la Red todo parece más grave de lo que es.
-¿Piensa que podía haber tenido una carrera más larga, de no haberse dado esa enfermedad?
-No, ya en 2019 di una rueda de prensa para comunicar que 2020 sería mi último año, pero con la pandemia y la enfermedad lo tuve que posponer (su despedida).
-¿Qué le quedó pendiente de conseguir en la alta competición? ¿Haber llegado a ser 'top ten'? ¿Alcanzar una semifinal o final de un Grand Slam? ¿Una medalla olímpica?
-Me faltó competitividad de alguna manera. Más valentía en ciertos momentos estando en pista, y ser más consciente de la situación en que estaba. Sí que es verdad que me estaba exigiendo al máximo, eso era real, pero en algunos momentos probablemente tenía que haber encarado situaciones con más pasión.
-¿Qué le recomendaría a una joven tenista que empieza, o a una joven deportista?
-Que viviera el día a día, el momento, que no mirara tanto al futuro y que escuche a la gente que tiene más experiencia, a la gente que sabe pero, sobre todo, que lo disfrute, cada partido, los viajes, y que no deje de luchar.
-¿Cuál ha sido la mejor tenista que ha tenido nunca enfrente?
-Serena Williams. Jugué contra ella seis o siete veces. Perdí siempre. Nunca llegué a hacerle más de cuatro juegos en un set. Es una competidora extraordinaria y lo tenía todo.
-¿Cuál fue su mejor momento en su carrera'
-Quizás el Roland Garros de 2008, porque me di a conocer, pasé la previa y en segunda ronda gané a Amelie Mauresmo, tenista local que había sido número uno, y llegué a los cuartos de final. Me dijeron que me había clasificado también para los Juegos Olímpicos gracias a eso, y fue un impulso para mi carrera deportiva.
-Hace unas semanas las jugadores referentes del circuito WTA se quejaron por las lamentables condiciones de juego en las WTA Finales. ¿Se ha descuidado el circuito?
-Creo que hemos tenido grandes iconos y reemplazarlas ha sido difícil. Aparecieron Osaka y Barty, que hicieron muy buen trabajo, ganando Grand Slams y siendo número uno, pero el hecho de que Serena Williams esté casi retirada, Osaka lo dejara por un embarazo y Barty decidiera retirarse muy joven hizo que se perdieran los referentes. Al circuito femenino le falta picantón, tener duelos directos, como un Sabalenka-Rybakina en muchos torneos. Esto es lo que falta en estos momentos.
-¿Cree que va a ser la polaca Iga Swiatek ese gran referente que acumule semanas de número uno continuadas como hace muchos años que no lo hay en el tenis femenino?
-Tiene madera para eso, pero ¿por muchos años? A los que nos tienen acostumbrados Serena, Djokovic, Nadal, Federer no es lo normal. Lo normal es lo de Swiatek: ganar torneos, ser número 1, perderlo, volver a recuperarlo al poco tiempo… Sí que veo a una jugadora con personalidad para conseguirlo.
-¿Dejaremos de ver tenistas con un juego más variado y menos agresividad y fuerza como la gran mayoría de las que triunfan ahora? Por no hablar de su revés a una mano.
-Creo que va a ser difícil, sobre todo a corto plazo. No sé si luego el tenis evolucionará de una forma diferente, pero se va a imponer la velocidad, el ritmo alto, pegar y que cada punto dure lo menos posible, y me sabe mal, porque se ve menos variedad táctica.
-Estando en Málaga es casi obligado preguntarle por la segunda raqueta española del momento, el rinconero Alejandro Davidovich. ¿Cómo ve su progresión? ¿Cree que tiene tenis para más?
-En este país acostumbramos a ir más deprisa de lo que se debiera. Lo veo un jugador muy talentoso y atractivo de ver. Tiene potencial para llegar al 'top ten', pero hay que darle tiempo. No es que esté empezando su carrera, pero no lleva muchos años en el circuito y se tiene que ir adaptando a todos los cambios que le pide el circuito, y ojalá que le veamos triunfar. Tenistas como él enganchan mucho en la pista.
El Centro Cultural Vicente Aleixandre de Alhaurín de la Torre registró este jueves mucha presencia de público, fundamentalmente universitario y joven, para la la III Jornada Talento Femenino y Deporte, organizada por la Fundacíón General de la UMA y el Ayuntamiento de la localidad malagueña. La tenista Carla Suárez estuvo acompañada por la periodista de COPE Pilar Casado.
María Jesús Fernández, profesora Titular en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Universidad de Málaga, moderó la charla, que se prolongó cerca de tres horas (desde las 17.00 horas), con presencia del alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, y el concejal de Deportes, Sergio Cortés. Se prevé que la cuarta edición de este ciclo, siempre con rostros conocidos del deporte, verse sobre el adaptado.
Casado, primera mujer en narrar los partidos de la la Liga Endesa de baloncesto, durante su intervención, puso de manifiesto que parte de la culpa de esa desigualdad que existe en el deporte la tienen los propios medios de comunicación: «Si no se le da visibilidad a un deporte o a un deportista, es como si no existiera». Ha cimentado su argumento sobre un informe realizado por el Consejo Superior de Deportes sobre el tratamiento que se hace en radio y televisión de las noticias deportivas y los datos son abrumadores: se habla mucho más de deportistas masculinos y de equipos masculinos, a la par que las informaciones también son dadas mayoritariamente por hombres. Casado hizo hincapié en que los deportistas «merecen el reconocimiento por el resultado que obtienen, no por el hecho de ser hombres o mujeres».
Tras las ponencias, se abrió un turno de preguntas y posteriormente se debatió sobre la importancia de la afición, las redes sociales, el volumen de negocio que genera el deporte, el retraso en la maternidad de deportistas y periodistas deportivas o la dificultad para conciliar. La jornada contó con el patrocinio de Grupo Iberdrola, que fue la primera compañía en realizar una apuesta global por el fomento de la participación de la mujer en el ámbito deportivo en las mismas condiciones que el hombre. A día de hoy ese impulso a la igualdad a través del deporte se traduce en el apoyo a 32 federaciones que aglutinan a más de 600.000 mujeres.
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