Carlos Gómez Herrera, en una 'burbuja' a sólo tres kilómetros de casa

Actual 360º mundial, Gómez Herrera no deja de ser un tenista anónimo para la gran mayoría. «No busco la repercusión y lo llevo muy bien», reconoce, y es que apenas está en las redes sociales (sólo usa Twitter). Hay que estar muy metido en el mundo de la raqueta para conocer a este espigado jugador malagueño (1,90 metros) cuyo tope en el 'ranking' fue el 268º alcanzado el 7 de mayo de 2018. Su sino ha sido moverse en segunda línea sin desfallecer muchos años, con un nivel aceptable en el dobles (buena parte de su singladura junto a Marko Djokovic, hermano de Novak) y, si ha acaparado focos en los medios, ha sido sin pretenderlo y por su amistad con el número uno mundial. Fue precisamente él su 'sparring' el día que el astro serbio volvió a los entrenamientos tras el confinamiento de la primera oleada, después de conocerse mutuamente años atrás en un Masters 1.000 de Madrid, cuando Novak aún no era una estrella.

Precisamente ha sido este el adalid de la una iniciativa en el circuito para compensar de alguna manera a los tenistas peor clasificados (los del circuito de Challengers y Futures) ante la crisis generada en este deporte por la pandemia. «La ATP hizo un 'pack' de ayudas de unos 10.000 dólares desde el 150º hasta el 500º. Salvaron un poco el pago de unos gastos fijos que tenemos y los repartieron en dos entregas: una fue en julio y la otra al final de año. Quieren hacer otra más, de menor cuantía, en torno a la fecha de Roland Garros; así que menos mal...«, se sincera Gómez Herrera después de cinco meses en 2020 sin competir y un calendario desde entonces algo más limitado por el virus.

«No soy director, pero me imagino lo difícil que es organizar un torneo en época normal, así que más en una de Covid-19. Les estamos muy agradecidos. Sin ellos no podríamos jugar«, admite el marbellí, que también valora el esfuerzo de Puente Romano, pese a estar recluido casi todo el día en la habitación del hotel. »Salimos a entrenarnos, jugar y a un salón con un buffet en el hotel. Es raro estar así siendo de Marbella. Hay semanas en que somos muy rebeldes y no vemos la otra parte, la seguridad. Por suerte este es un hotel de cinco estrellas gran lujo y el torneo está haciendo lo posible para que estemos como en casa. Dan comida y cena de buffet gratis al jugador y su acompañante, y puedo asegurar que esto no pasa en ningún Challenger«.

Casi en su misma situación está Adrián Menéndez, el otro jugador marbellí en la burbuja, aunque este sólo en el cuadro de dobles. «Pero yo estoy más cerca que él... Estoy aquí desde el viernes pasado, pidiendo que me traigan ropa. Me traje algo menos por estar en casa, pero es que hace mucha humedad y se suda bastante», reconoce ilusionado también ante lo que se avecina este jueves: la cita de octavos de final del cuadro individual ante el japonés Taro Daniel (118º), justo el día en que se abre las puertas al público, con aforos limitados.

«Es la única semana en la que tienes el aliento de la gente», afirma, y sueña (él, al igual que Menéndez) en ganarse una de las dos 'wild card' que quedan libres para el AnyTech Andalucía Open de la próxima semana, el ATP 250 de estreno en la misma instalación. «Como jugador local claro que espero poder jugar aquí, pero hoy por hoy aún no hay nada. No está en mi mano, obviamente, y entiendo que se las tienen que guardar hasta el último momento por si alguna estrella o 'top 20' puede venir».

Mientras, intenta hacer méritos estos días: «Mi nivel está en el circuito Challenger o en alguna fase previa de un ATP. Llegar aquí lo más lejos posible significaría demostrar que estoy bien«. De momento, estos octavos de final en este Challenger de Marbella son su tope en 2021 tras derrotar a Carlos Gimeno (292º) el lunes tras dos duros 'tie break'. «Pero mi mejor partido este año fue contra Guido Andreozzi, en la 'qualy' de Córdoba (Argentina), un jugador, que estuvo 70º el año pasado. Sentí que mi tenis estaba dando un salto«.

Ante Taro Daniel (118º), que parte como favorito hoy, no se da por vencido. «Es un japonés diferente. Su base de tenis es española. Se crió aquí y es un jugador más de tierra. Habrá intercambios largos y tendré que tener paciencia y no precipitarme esperando para ir al ataque«, analiza, y recuerda que ya le derrotó hace años en un Futures, aunque en pista rápida.

Para el pupilo de Pepe Imaz, uno de los mentores de Novak Djokovic, Puente Romano «está raro». «Tener ese club y no poder disfrutarlo para el público... Quizás las pistas estén más lentas, porque están más nuevas. Pero este es un club de mis favoritos, y no porque sea el mío de toda la vida«. Finalmente, aunque es cercano a Djokovic, no se pronuncia sobre si debió hacer el esfuerzo de venir para dar un espaldarazo al AnyTech365 Andalucía Open cara a 2022, al no tener la continuidad garantizada. »Creo que Marbella debería tener siempre este tipo de eventos. No sé si Novak tuvo pensado venir, pero si es para el bien de la ciudad...«.