Blanchet, un campeón increíble en Málaga

Esta historia de superación es la que protagonizó Blanchet en el torneo en pista rápida en suelo español. El turco Kirkin, el español Daniel Rincón, ambos en la previa; el indio Nagal, el francés Lestienne, que ya fue campeón en 2022 en Málaga, el italiano Cobolli,el galo Janvier y el transalpino Bellucci fueron cayendo como fichas de dominó. Siete victorias en apenas una semana, un desgaste tremendo en jornadas de tiempo veraniego, con mayo desgaste en la pista, para un tenista que aún venía alternando en su calendario torneos ITF (los denominados Futures) y Challengers.

Blanchet llegó 324º y este lunes saldrá como 209º, con unas expectativas diferentes, con un acceso mucho más sencillo a cualquier cita del ATP Challenger Tour y con el concurso abierto en las fases previas de los Grand Slam, otra gran lanzadera para los jugadores que, como en su caso, apenas registran 30.000 dólares en premios en su carrera. Con sólo 1,75 metros, mostró un tenis muy sólido desde el fondo, mano para las dejadas y un temple a prueba de bombas.

No perder los estribos en la pista es vital para un tenista y Blanchet, bien asesorado por su entrenador en la central del Centro de Raqueta de Málaga, no se descentró en los instantes más delicados de una final más reñida de lo que indica el doble 6-4 en el marcador, en una hora y 38 minutos. Su rival, Mattia Belucci (144º), a priori favorito por su mayor experiencia a ese nivel (tres Challengers ya conquistados) y mejor 'ranking', llegaba sin ceder una sola vez su saque en sus tres útimos partidos, los ganados a Carreño, Vavassori y Nava, y antes se había deshecho en tres mangas de Carballés.

Pese al desgaste acumulado de jugar el cuadro de dobles (fue semifinalista), partía a priori con más opciones, pero ya en su primer turno al servicio lo perdió. Luego el choque entró en la mejor fase del italiano, que se anotó cuatro juegos seguidos para el 4-3 y saque, pero entonces entró en una extraña disputa con el juez de silla sobre las bolas, en un parón en el que le mostraron las bolas de varios botes sin que se convenciera de la razón de su protesta. No se sabe bien si descentrado por ello, cedió dos veces su saque para entregar el primer set.

En el segundo, llegó otro momento delicado para Blanchet, que una vez más sacó fuerzas de flaqueza para reponerse de inmediato en el primer quiebre en contra con un 'contrabreak'. A partir de ahí el francés estuvo muy sólido en los juegos al saque y llegó al instante deseado de restar para ganar el torneo. Bellucci no se sostuvo a la presión y se colocó en un santiamén con un 0-40 que no desaprovechó ya su rival, que ganó la final en el segundo 'match ball'.