«'Álex' es un purasangre y este parón será para él una lección de vida»

-A tenor de lo que afirma el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, ¿se teme un 2020 sin más torneos de tenis?

-Si le digo la verdad voy cambiando de opinión por días. Creo que no se va a jugar más este año. Oyes a Feliciano López (jugador en activo y director del Mutua Madrid Open) y a otros y parece difícil. La idea es que no se va a jugar este año, pero de pronto ves que en algún torneo se mueven fechas, se atrasan y hay voluntad de hacerlo. La clave la va a dar la decisión que adopte el US Open. Si se cancela no se jugaría Roland Garros una semana después ni el resto del año. Ojalá se pueda jugar.

-Al menos que pueda haber un 2021 con normalidad absoluta...

-Esperemos que sí por todos. También será importante cómo llega cada tenista a ese principio de año. Será el que use mejor estos meses para prepararse y concienciarse tras un tiempo largo de no poder competir.

-Si dentro de un tiempo se permiten ya los entrenamientos en España, su pupilo podrá tener sesiones de nivel en Marbella ante tenistas del circuito que vengan.

-Sí, pero eso es como siempre hemos hecho. Si la ATP se cancela, podría haber un circuito español. Se puede organizar con una pequeña gira de seis o ocho semanas en verano, y aunque fuesen torneos nacionales podría haber rivales como Bautista, Feliciano, Carballés,..

-¿Cómo está Davidovich de ánimo? Tras una pretemporada muy intensa y unas vacaciones muy cortas, tenía mucha ilusión en su primer año jugando el ATP Tour.

-Es un purasangre. Lo lleva como puede. Hace físico mañana y tarde. Está entrenándose, viendo series, hablando por las noches. Está usando bien el hecho de pararse a reflexionar, a hacer introspección de cómo estaba funcionando los primeros tres meses. Creo que esto va a ser una maduración y una lección de vida, aunque este parón no deje de ser un problema.

De momento, su pupilo es el 97º del mundo.

-Sinceramente, tampoco lo tengo claro. Al final acabas donde tienes que acabar. Que no haya que defender puntos en estos meses de parón (como ha dictado la ATP) no le va a perjudicar. Había que defender en Estoril y hacer algunas cositas. Tampoco era mucho, pero de esta manera se asegura estar en el cuadro final del US Open si se jugara o en Australia en 2021.

-Seguramente sí le perjudica no haber hecho esta gira de tierra intensa que tenía en Europa...

-Teníamos muchas ganas. Acabó jugando bien en Sudamérica y se notó un cambio para mejor. Se estaba preparando bien para acabar la temporada de tierra. El año pasado no fue mal ahí.

-El título de dobles en Chile y el acudir a esa modalidad ahora, ¿obedece a alguna razón?

-Ya en pretemporada trabajamos más de lo normal el juego de red. Hablamos de jugar algún doble. En individuales a veces es un poco conservador en el resto, y el dobles te ayuda mucho. También a ser más alegre en el juego de red, y más agresivo con el segundo saque. Con 20 años en pleno proceso de crecimiento como jugador, es una buena opción.

-¿Tiene que ver el recurso al dobles también con una vía de clasificación olímpica cara a Tokio 2021? Habrá un máximo de dos parejas españolas que podrían acudir, y de los 64 clasificados en dobles, 22 han de competir sólo en esa modalidad, sin estar en individuales...

-No lo había pensado. Creo que lo que tenga que venir vendrá. Es difícil. En 2020 no había opción, desde luego. Cara a 2021, para un chico de 21 años un año puede ser mucho en progresión.

-¿Cómo está siendo su trabajo con él ahora?

-Si le digo la verdad tampoco le estoy agobiando demasiado. Creo que después vamos a tener mucho tiempo para entrenar, seguramente meses. Hablamos más del día a día y de lo que dice el preparador físico.

-En estos meses de 2020, se vivió una decepción ante Casanova en Buenos Aires (un 366º mundial), el partido duro perdido ante Seyboth Wild en Río, y el primer triunfo en una fase final de Grand Slam (en Australia).

-Las decepciones duran 24 horas. Cuando pasan 48 es otra experiencia dentro de nuestro proyecto para seguir creciendo. Fríamente, son partidos que hacen daño, pero en la tercera semana de gira en Sudamérica, en Chile, con el público en contra, pudo dar un paso adelante. Jugar a otro nivel. Me quedo con el partido ganado en Grand Slam (a Gombos y en cinco sets) y la sensación de que estaba cogiendo un poco las riendas de lo que pasaba alrededor, con su progresión, con el circuito. Estaba más tranquilo. Es lo que destacaría.

-¿Casi un año sin competir puede ser un golpe duro para los treintañeros del circuito?

-Por lógica les debe perjudicar. Ahora son los que más tranquilos están. Tienen la carrera hecha. Pero creo que el tiempo pasa y si no arrancan bien pueden sufrir. En nuestro caso no estamos pudiendo jugar cuatro o seis meses a los 20 años. Tenemos tiempo por delante de carrera si todo va bien. Podemos llegar con hambre.

-¿Se llegaba a imaginar que esto tendría este alcance?

-Cuando estábamos en Chile y nos contaban lo que pasaba en España veíamos que aquí no hablaban nada del virus. Nos advirtieron, pero cuando llegamos al Aeropuerto no vi tanto. Pero al estar cuatro días en España... El tenis es un torneo sencillo para abrir, con distancias de seguridad, pero el CSD no quiere hacer distinciones.

-Pero también es un deporte en una sede fija y con rivales que llegan de todos los continentes..

-Sí, es un deporte global. Si viene gente de países confinados se da ventaja a unos frente a otros. Habrá que ir viendo cómo evoluciona la crisis en Europa.

-Y económicamente tampoco el tenis es como otros deportes...

-Sí, si no juegas no ingresas. Ese es un problema. No generas y hay gente alrededor del tenista que tiene su espacio, sus vidas. De momento lo vamos llevando.