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La lluvia interrumpió el domingo, con sólo tres juegos disputados (sin pérdida de saque), el siempre atractivo duelo entre Alejandro Davidovich (64º) y Andrey Rublev (6º), que no volvió a defraudar. Dos rivales con genes eslavos, mucho más histriónico el moscovita, que se golpea con ... la raqueta en la rodilla, como si fuera de goma, y un bombardeo de misiles desde el fondo de la pista, pero sin largos intercambios.
Un partido de los que deleita al público que se volvió a llevar Rublev (6-4 y 7-5) tras una hora y 44 minutos, que sigue invicto ante el malagueño, cinco de cinco. La historia de los duelos entre ambos se repitió. Davidovich plantó cara, fue superior por momentos, pero a la hora de la verdad de achicó. Ya lo hizo en Dubái en 2023 regalando cinco bolas seguidas de partido en el 'tie break' (6-1) y en Madrid con un 5-0 a favor en un 'tie break', entre otros precedentes.
'Aces': 1/6
Dobles faltas: 1/4
Primeros saques dentro: 73/64%
Puntos ganados con primer saque: 50/70%
Puntos ganados con segundo saque: 52/42%
Puntos de 'break' convertidos: 3-4/5-11
'Winers': 10/21
Errores no forzados: 18/19
Total de puntos ganados. 66/78
Esta vez desperdició una bola de set en la segunda manga y sufrió sendos 'contrabreaks' en dos de las tres ocasiones en que rompió el saque de Rublev, que siempre dio sensación de poder dominar la situación. El ruso, en sus undécimos cuartos de final del curso, pero con una barrera moral en los Grand Slam, donde no pisa finales, tenía este lunes doble plan, porque el retraso de la lluvia le obliga a cerrar la jornada de cuartos ante el local Bu.
Davidovich volvió a nadar para morir en la orilla. El primer golpe serio en el partido fue suyo, con un quiebre en blanco en el quinto juego, pero no consolidó la ventaja y se condujo con un exceso de precipitación en el décimo, muy mal jugado, que le llevó a verse set abajo pese a su buen 79% de primeros saques dentro.
El partido parecía dirigido a un final más rápido con el 3-1 en contra de la segunda manga, pero ahí emergió el mejor Davidovich del partido. El pupilo de Fernando Verdasco, ausente en la gira asiática, sostuvo muy bien a Rublev desde el fondo ante golpes de una potencia descomunal y con muy buena movilidad, y libre de presión, subió un punto su nivel para ganar ganar cuatro de los cinco juegos siguientes.
En el décimo, el más largo, tuvo la bola de set, sacando para forzar la tercera manga. Con 30-30 perdió la concentración en una discusión con Lahyani, por un 'warning' por entretenerse en el saque. Era un momento crucial para estar centrado. Al final Rublev resolvió por la vía rápida, con dos quiebres seguidos, para ahorrarle a Davidovich el mal trago de jugar una 'muerte súbita' ante el ruso.
Esta misma semana (arranca a mitad de ella) el malagueño estará en el Masters 1.000 de Shangái y, de vuelta a Europa, le esperan el ATP 250 de Estocolmo y el ATP 500 de Viena para cerrar la temporada, ya que no estará en la Copa Davis. El objetivo más perentorio es acabar con un mejor 'ranking' el curso para no complicarse el pase directo a los cuadros finales de los torneos.
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