Puede cambiar de residencia Alejandro Davidovich. También de 'look', o de entrenador. Puede modificar muchas cosas en su día a día, pero no ha logrado enderezar su falta de 'punch' en los momentos decisivos. Cuando comienza un 'tie break' casi se adivina su suerte. Son ... cinco ganados y catorce perdidos este curso, el último este martes ante Frances Tiafoe (26º), que ganó en dos sets sin necesitar ni de lejos su mejor versión. Basta ver que sólo metió un 39% de primeros saques en dos horas de juego, tiempo en el que su rival concedió 14 bolas de 'break' en pista dura.
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'Aces': 3/6
Primeros servicios dentro: 64/39%
Punros ganados con primer saque: 67/77%
Puntos ganados con segundo saque: 32/56%
Puntos de 'break'convertidos: 2-3/4-14
'Winners': 29/20
Errores no forzados: 35/19
Dobles faltas: 6/3
Total de puntos ganados: 70/82
Las curvas, altibajos, siguen en la trayectoria del malagueño, que en una versión muy errática, se marcha del Masters 1.000 de Cincinnati a las primeras de cambio, tras un 3-6 y 6-7 (6) en una hora y 43 minutos. ¿Está mermado físicamente el rinconero? Es una posibilidad. Su rendimiento está siendo misterioso. Pareció algo limitado en una rodilla en su retirada en Montreal el sábado, pero no pidió asistencia médica ni hizo gestos que lo evidenciaran.
Y este martes, en el tramo final del primer set, cuando pasó del 3-1 al 3-6 sus errores apuntaban a algo físico, no del juego. Muchos servicios demasiado alejados de la línea y golpes a la red en su zona más baja sin estar demasiado exigido.
El resultado es que para Tiafoe fue relativamente sencillo pasar de ronda. No está siendo tampoco la mejor campaña del de Maryland, que llegó al 'top ten' en 2023. En este curso, final en Houston y hace poco, semifinales en Washington, ronda que no ha pisado el malagueño desde hace un año. El estadounidense engaña con su físico. Aparenta una lentitud que no es tal, y sus golpes cruzados son demoledores.
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Pareció subir un punto su tenis Davidovich en el segundo set, pero todavía se mostraba muy intermitente. Se puso 'break' arriba, pero como en la primera manga no hubo ni margen para la consolidación de la ventaja. Salvó tres 'match balls' y llegó a la 'muerte súbita'. Tuvo ventajas, incluso un 'set point' al resto, que decidió jugárselo con una subida a la red para verse superado con un 'passing' cruzado', y al final una derrota más en un año en el que el saldo es negativo (16-18), lo que le ha hecho salir del 'top 50' y perder privilegios en los cuadros que le vendrían muy bien para emprender la remontada, la pescadilla que se muerde la cola y que le lleva a una dinámica más comprometida.
Ahora el jugador ha de confirmar si compite en el ATP 250 de Winston Salem, para lo que va a tener días para prepararse, antes del US Open, que será otra excelente oportunidad para subir en el 'ranking'. De momento la gira norteamericana ofrece muchos claroscuros, decepciones, algún hito (ganar a Medvedev) y muchas ocasiones perdidas.
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