La pésima gestión impide al Málaga inscribir a Okazaki y José Rodríguez el último día del plazo

Pedro Luis Alonso

Málaga

Martes, 3 de septiembre 2019, 00:53

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Una jornada negra, un paso más en la involución del club en la 'era Al-Thani', con todas las bases sentadas para una temporada muy difícil en Segunda. El Málaga comenzó el día 'D', en el que muchos confiaban en que hiciera parte de sus deberes, con 15 profesionales (Munir, Cifu, Luis Hernández, Lombán, Diego González, Mikel, Juan Carlos, Rolón, Boulahroud, Renato, Keko, Juanpi, Dani Pacheco, Tighadouini y Adrián) y lo acabó con dos más: perdió a 'Tigha' y llegaron el medio centro Benkhemassa y dos delanteros, que serán a la postre los únicos de la plantillla, el joven hispanosuizo Lorenzo González y el albanés Sadiku. En total, diecisiete.

Sin embargo, lo más relevante y la mejor fotografía de una pésima gestión fue que no pudo inscribir a su fichaje estrella, el tres veces mundialista y campeón de la Premier League Okazaki, ni a José Rodríguez. A ambos los presentó oportunamente en la sala de prensa, y el nipón ha vendido más de 300 camisetas del equipo desde su llegada. Aunque venían participando en los entrenos (el japonés, incluso en varios amistosos) finalmente sus fichas impidieron que el Málaga pudiera hacerles hueco ante su grave problema con el tope salarial. A las 00.06 el club anunció la desvinculación del nipón. Tampoco llegará Simón Moreno, que el sábado se ejercitó con la plantilla y que había pasado las pruebas médicas, pero que se vuelve al Villarreal, con quejas incuidas anoche de su hermano Joselu (Oviedo): «Es increíble lo que pasa en el mundo del fútbol... Antes que futbolistas, acuérdense señores presidentes, que somos personas. ¡Mucho ánimo, hermano!».

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Al final ni el traspaso por 7,5 millones de euros de Ontiveros al Villarreal ni la salida de N'Diaye al Al-Shabab -más algunas otras gestiones de menor alivio de masa salarial- han permitido llegar al escenario deseado de que los fichajes del verano se inscribieran. Previamente hubo que incluir a los cedidos que regresaban (Mikel, Rolón, Keko y Juanpi) y el nuevo contrato de Cifu. Y antes de Okazaki y José Rodríguez estaban los casos de Iván y Mula, que al final tampoco tendrán ficha (al no ser sub-23, deberán salir cedidos a otro país cuyo mercado esté abierto).

La jornada fue un sinvivir en las oficinas de La Rosaleda y también entre la afición fuera de ellas, mientras el mediodía el equipo emprendía el vuelo de regreso desde Barcelona. La agonía fue a más a medida que pasaban las horas y se acercaron los intantes finales. En una situación desesperada, el Málaga manejaba varias opciones: que los que llegaran fueran jugadores sub-23 sin ficha profesional, de manera que no fuese necesario inscribirlos, y ampliar el contrato de alguna de las fichas más altas para que fueran menos onerosos en cuanto al tope salarial actual. No hubo siquiera rumores acerca de una hipotética salida de los Luis Hernández, Rolón, Keko y Juanpi, los salarios más altos.

Ya sobre las 22.30 horas el Málaga hizo oficial el fichaje de Benkhemassa (26 años) por tres temporadas. Este jugador, avalado por el jeque (como sucediera en su momento con Mastour, Rolón y Takioullah), ha llegado a ser cinco veces internacional con Argelia y ha destacado en su país en el USM Argel. A las 23.00 se confirmó la incorporación por un año del juvenil del Manchester City Lorenzo González, un jugador grancanario que emigró pronto a Suiza, país con el que ha sido internacional en todas las categorías inferiores salvo en la sub-21, con la que ha sido convocado.

Y al filo de las doce se hizo oficial la rescisión del contrato de Tighadouini y el último fichaje, el de Sadiku, un aguerrido atacante que no triunfó en el Levante y que llegó a jugar la fase final de la Eurocopa de 2016 con Albania. Con 28 años, estuvo cedido la pasada campaña en el Lugano. En función del escaso margen disponible en salarios se tratará de negociar hoy con LaLiga el alta de un guardameta que esté en paro.