Un parón que no lo es

La grave lesión de Carvajal me obliga a volver sobre el tema. Suma y sigue mi comentario de la semana pasada. La proliferación de partidos va a más. Y a peor. La reciente jornada europea fue un autentico desastre en la Champions (Madrid, Atlético y ... Girona, derrotados), también Betis y Real en los otros torneos marcaron un hito negativo en una misma jornada. En términos generales se advierte además una serie de resultados extraños, muchas victorias a domicilio que sorprenden a propios y extraños. Y la razón debe hallarse en la enorme diferencia existente entre uno y otro equipo de los que se enfrentan como consecuencia de una participación tan numerosa. Cuesta entender, sin embargo, que equipos de los que apenas se sabía que existieran puedan subirse a las barbas de auténticos campeones. Como el Madrid, por ejemplo. O el Barcelona. Y no es eso lo peor. Es que ese esfuerzo baldío, ese sentimiento de querer y no poder se traduce en lesiones o fortuitos lances del juego que se suceden cada jornada. Valgan las de Courtois, Ferrán o Bryan Gil antes de que llegue el parón, que ya está aquí. El peor momento nos ha llegado con esa grave lesión de Carvajal, cuya rodilla destrozada le va a dejar fuera de juego toda la temporada. Era el único madridista que había jugado todos los partidos. Quizás por eso se rompió sobre el césped, motivo de esa alarma que denuncié la semana pasada.