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Nacho Carmona
Málaga
Jueves, 28 de diciembre 2023, 00:36
El piloto Yeray Ruiz (Rincón de la Victoria, 2003) cambia de categoría cara a la nueva temporada. El joven malagueño competirá en el Mundial de Supersport de la mano del equipo italiano VTF Racing. La escudería de la región de Romaña centrará su proyecto en ... el piloto rinconero, que la pasada temporada tomó parte en el Europeo de Moto2 bajo la bandera del equipo FAU55 Racing, y en dos Grandes Premios del Mundial de la misma categoría (el de Países Bajos, en Assen, y el de Cataluña, en Barcelona) de la mano de la escudería Forward Racing, como sustituto del lesionado Álex Escrig para que la parrilla no contara con una moto menos.
El malagueño baja tres escalones en el motociclismo de velocidad para competir en una categoría en la que ya demostró hace dos cursos estar adaptado: se proclamó campeón de España de Supersport antes de dar el salto a Moto2. En orden ascendente, estas son las categorías del motociclismo de velocidad: Superstock, Supersport, Superbikes, Moto3, Moto2 y MotoGP.
Será su segunda experiencia mundialista, aunque este curso tendrá la oportunidad de participar en todas sus pruebas. Lo hará con una Yamaha R6 y también como único piloto del equipo, que siempre contó con dos, pero que esta temporada centraliza y focaliza su proyecto en su figura. El campeonato contará con un total de 12 carreras alrededor de todo el globo: Australia, Indonesia, Países Bajos, Cataluña, Emilia-Romaña (Italia), Reino Unido, Italia, Francia, República Checa, Aragón, Portugal y España. Curiosamente, el Mundial de Supersport concluirá en el circuito de Jerez-Ángel Nieto, uno de sus favoritos.
Al igual que estos años atrás, el piloto seguirá entrenándose y desempeñándose desde su casa, en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria. La primera cita del Mundial de la categoría, en el Phillip Island Grand Prix Circuit, en la isla Phillip de la región australiana de Victoria, será en febrero. De todos los circuitos en los que correrá, el rinconero sólo conoce el de Jerez, el de Assen y el de Cataluña.
Conocedor de la moto de la modalidad, se muestra «contento» por la nueva oportunidad, asegurando que le «apetecía mucho correr el Mundial de Supersport» y, como hándicaps, pone el foco en el desconocimiento de los circuitos, el poco margen y tiempo del que dispone para aclimatarse a cada uno de ellos (sólo con dos entrenamientos libres) y en que se trata de su primer año. «Vamos a intentar luchar por los podios y por estar en los 'Top-10' en todas las carreras».
«Terminé la temporada en Moto2 y me salió la oferta. Tenía ganas de correr el Mundial de Supersport, al final es un Mundial. Estoy súper contento. Es la misma categoría en la que fui campeón de España. Ganar es muy complicado porque es mi primer año y es el Mundial. Los circuitos son nuevos todos y tenemos muy poco tiempo para conocerlos y poner la moto a punto. El equipo siempre ha tenido dos pilotos, pero este año han preferido coger sólo a uno y apostar por él, para aspirar a podios y dar el máximo. No he probado aún la moto, pero estuve en Italia reconociéndola el otro día y conociendo al equipo. Son una familia», declaró el rinconero a este periódico.
Ruiz concluyó el Europeo de Moto2 en séptima posición de un total de 33 pilotos (aunque sólo 29 de ellos llegaron al final). El calendario del campeonato continental constó de siete carreras, entre las que destacó el segundo puesto, y por ende podio, cosechado en el circuito de Jerez-Ángel Nieto. Este fue el total de carreras con las que contó el calendario del Europeo: Estoril, Valencia, Jerez, Algarve, Barcelona, Alcañiz (Aragón) y Valencia (por segunda vez).
No fue tan bien la cosa en el Mundial de la misma categoría, Moto2. Debutó en junio el mítico circuito de Assen, en el Gran Premio de Países Bajos, de la mano de la escudería Forward Racing en sustitución del lesionado Álex Escrig. Terminó vigésimo segundo, consiguiendo terminar la carrera y dejando un buen sabor de boca en el equipo, que volvió a contar con él en el Gran Premio de Barcelona, en el circuito de Montmeló, en septiembre. Terminó último entre los mejores de la modalidad. La exigencia de la competición más importante de Moto2 es altísima.
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