Mercedes está de vuelta

El de Brasil es un gran premio que vale la pena ver, porque el circuito y la afición lo merecen. Es un trazado corto a la antigua usanza y ha sido el escenario de múltiples resoluciones de campeonatos. Desafortunadamente, este año, debido al dominio de Verstappen, el título llego decidido, pero no por ello la carrera fue aburrida, sino todo lo contrario.

Antes de hablar de la carrera en sí, unas palabras para el desastre en el que estaba sumido Alpine y que por fortuna han logrado enderezar en la carrera principal. Es cierto que cuando un piloto anuncia que correrá para otro equipo la próxima temporada. Se convierte de facto en el segundo piloto de la formación y eso le está pasando a Fernando Alonso desde que anunció su fichaje por Aston Martin, pero por encima de todo debería primar el beneficio del equipo y los directivos están tirando por la borda el cuarto puesto de la clasificación de constructores, que, no nos olvidemos, supone una gran cantidad de dinero en premios. La actuación de los dos pilotos de Alpine en la carrera Sprint, que les llevó a no coger ni un solo punto y además hipotecar la carrera larga del domingo, es inaceptable. Al jefe de equipo, Otmar Szafnauer, siempre se le ha notado la animadversión que siente por Alonso y no ha sido capaz o no ha querido parar las continuas peleas en la pista de ambos pilotos, lo que, unido a la pobre fiabilidad del motor francés, han puesto al equipo al borde de ser adelantado por McLaren en la clasificación de constructores.

Está bien dejar que los pilotos compitan en la pista uno contra otro, pero siempre anteponiendo al beneficio del equipo para el que trabajan más de mil personas y eso no ha sabido hacerlo en ningún momento, y no es momento ahora de decir que se siente defraudado por el comportamiento de los pilotos en pista. Para esa gestión está él. En la carrera, por primera vez, le hemos oído dar órdenes de equipo inequívocas en beneficio del mismo y se han notado. Alpine llegará a Abu Dabi con una confortable ventaja gracias a evitar una nueva pelea entre compañeros de equipo y al desastre de McLaren en esta carrera en la que no terminó ninguno de sus dos coches.

Sorpresa por la 'pole' de Kevin Magnussen, que pasará a la historia por ser el primer danés en hacerlo y además con un Haas, aunque que se debió más a la suerte del momento de conseguirla que a la velocidad y gran carrera con victoria incluida de George Russell en el Sprint, demostrando el gran piloto que lleva dentro y la constante mejoría de Mercedes.

Y ya que hablamos del equipo alemán, hay que comentar que tras las dos victorias del fin de semana se acerca a Ferrari por el subcampeonato y demuestra que la constancia y el haber creído en el concepto de un coche que de inicio parecía una ruina dan sus frutos, Mercedes está de vuelta y eso es una gran noticia para el campeonato del año próximo.

Carrerón de Alonso, que remontó desde la penúltima posición a quinto, en la que posiblemente sea su mejor carrera de la temporada. Ojalá Aston Martin esté al nivel que el asturiano espera encontrarse, pues de facultades y motivación está a tope. También buena carrera de Carlos Sainz, que fue el único en hacer frente a los Mercedes, aunque sin inquietarlos. Bien es verdad que el toque entre Hamilton y Verstappen le favoreció al inicio.

Y primer fallo de Verstappen, que incomprensiblemente se negó a dejarle la sexta posición a Checo Pérez, que está luchando por el subcampeonato de pilotos, cuando él ya lo ha ganado todo. Una actitud que sin duda le pesará de ahora en adelante, pues el mexicano le ha ayudado a conseguir sus dos títulos sin rechistar.

Hasta la final de Abu Dabi.