Verstappen resiste a Hamilton; KO de Alonso y lío arbitral

Hamilton y Verstappen sabían que iba a ser una carrera larga y, vistos los precedentes, decidieron no estropear una buena batalla en la primera curva. Así, en la salida, el neerlandés perdió la posición con el británico, consciente de que aún perdiendo el primer puesto en los compases iniciales iba a poder pelear con él.

Los líderes del campeonato se la jugaron en boxes, y el primer envite lo ganó Red Bull con Verstappen. Adelantaron su parada lo justo para hacerle un 'undercut' a Hamilton, lo que a la postre fue clave para la recta final: obligaron al heptacampeón a salir al ataque en el último relevo, lo que dejó un final mucho más igualado de lo previsto.

Fernando Alonso fue protagonista de uno de los momentos más tensos del fin de semana. De aquellos polvos estos lodos: el caos para entender las decisiones de dirección de carrera quedó retratado de nuevo en los incidentes entre Räikkönen, Giovinazzi y el español.

Primero fueron los campeones del mundo. Alonso arrinconó a Räikkönen en la curva 1 para mantener la posición, obligando al finlandés a salir de pista. Gracias a ello ganó algo de ventaja, lo que le permitió reincorporarse con tracción suficiente como para ganarle la plaza al asturiano. Aquí es donde entraron las dudas: Alonso se quejó de manera muy amarga de que debía devolverle la plaza, pero los comisarios decidieron que era un incidente de carrera y que no merecía ningún tipo de aviso.

Así que Alonso, cuando se vio peleando con Giovinazzi, hizo lo propio: le ganó la plaza por fuera. En este caso, Masi sí advirtió a Alpine que debía dejar devolverle la plaza al italiano, algo que el español hizo. Volvió a atacar al de Alfa Romeo y, como este se defendió por fuera, al final fue este el que debió devolver la plaza. ¿En qué posición queda Michael Masi después de decidir una cosa y la contraria por incidentes similares?

Estos incidentes no cambiaron las previsiones de la estrategia. El asturiano fue el primer piloto en hacer tres paradas, lo que a la postre le privó de luchar por la zona de puntos con la comodidad que esperaba. De hecho, acabó abandonando. El piloto asturiano se metió al garaje a falta de cinco vueltas por un problema con el alerón trasero, provocado en parte por esa pelea que tuvo con los Alfa Romeo. El enfado del asturiano después de la carrera estaba repartido entre los comisarios, Räikkönen, Giovinazzi y su propio equipo, ya que este ha sido un fin de semana para olvidar en Alpine.

Los boxes fueron clave en varias zonas de la parrilla. Una mala (otra) de Ferrari dejó a Carlos Sainz en desventaja en su pelea por el quinto puesto con Daniel Ricciardo, con el que tuvo refriegas tanto en la salida como en la recta final de la prueba. También Verstappen y Hamilton marcaron terreno en sus estrategias distintas: la ventaja técnica de Mercedes en el circuito de Austin permitió a la escuadra alemana jugársela a adelantar en pista, algo que empezó a hacer el heptacampeón en el último cuarto de la prueba.

Estirar al máximo la parada casi le sale bien a Mercedes, pero fueron demasiado optimistas. Aunque Verstappen cedió en ritmo de carrera, no fue lo suficiente como para que el arreón final de Hamilton diera sus frutos. El neerlandés rompe el reinado de Mercedes en Austin y, con ello, se hace más líder. Si el vibrante Gran Premio de Estados Unidos ha sido memorable, no lo será menos el de México en dos semanas.