Abu Dabi siempre marca el final del Campeonato del mundo de Fórmula 1. Es un circuito semiurbano trazado en el puerto de la ciudad-estado, estrecho y con los muros muy cerca, con la particularidad que los pilotos deben arriesgar mucho en la primera vuelta, ... pues luego pasar es muy difícil. En esta ocasión la primera vuelta estuvo plagada de incidentes y los comisarios aplicaron muchas penalizaciones que crearon mucha polémica. Verstappen, tras su incidente con Piastri, era penalizado de una forma un tanto rigurosa, y el holandés se despachaba por la radio contra los comisarios deportivos, que seguro que le va a costar muy caro. Pero Verstappen es quien es, y me temo que aunque le penalicen, le multen y le amenacen, no cambiará.
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Sainz se ha despedido de Ferrari a lo grande. Su carrera para llegar al segundo puesto del podio fue fenomenal, pero no lo suficiente como para doblegar a un Norris que dispuso del mejor coche desde Miami y que, aun así, ha necesitado hasta la última carrera para hacerse con el Campeonato de Constructores veintiséis años después. Leclerc, que salía último, hizo la mejor carrera del año y llegaba desde la última posición hasta el tercer escalón del podio. El monegasco echará mucho de menos a Sainz, del que no esperaba cuando le ficharon que estuviera a su nivel, y ese desdeño le traicionó. El madrileño ha dado muestras de su mejor pilotar durante todo el año, obligando a Charles a tener que apretar al límite y, de paso, a cometer errores producto de esa presión, y eso el monegasco no lo ha sabido digerir. Veremos qué pasa el año próximo con la llegada de Lewis Hamilton a Ferrari, puede que salten chispas porque el inglés tiene en mente conseguir su octavo título vestido de rojo y no va a tener la educación y el saber estar que el español ha mostrado estos años. Además, Hamilton está pasando uno de sus periodos de 'bajón'. El inglés, cuando tiene el mejor coche, es sin duda el mejor piloto, pero cuando tiene que suplir con su pilotaje los defectos del coche ya es otra cosa, por lo que no me extrañaría que en Ferrari empezaran a echar de menos al español más pronto que tarde y los españoles debemos empezar a comprender que pasará algún tiempo hasta que veamos a Sainz de nuevo luchando por el podio en una carrera de F1, pues Williams, su próximo equipo, tardará, si es que llega, en estar de nuevo en los lugares de cabeza.
Carrerón de Gasly con el Alpine y Hulkemberg con el Haas, respectivamente, séptimo y octavo, dos equipos que han mejorado ostensiblemente en este final de temporada, y es que estamos al final de un ciclo y sea como sea la temporada ha sido la más emocionante desde hace muchos años. Nunca antes en un año se había visto ganar a siete pilotos distintos en al menos dos carreras. El reglamento está llegando a su fin (en 2026 habrá una reglamentación técnica totalmente nueva), y como es habitual al final de un ciclo todos los equipos están más igualados. Ha habido circuitos donde unos equipos iban mejor que otros, y eso es lo normal. Los coches actuales tienen unas características que les hacen ser más competitivos en unas pistas determinadas, pero ello ha contribuido a reforzar el espectáculo y la incertidumbre, pues en cada Gran Premio desde la carrera de Miami, donde cambió la tendencia de la dominación de Red Bull, ha habido cambios constantes en la competitividad de los equipos y pilotos, que nos ha hecho soñar. Hasta el año que viene.
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