ÑITO SALAS / SUR

La vuelta al campo o a la pista... 66 días después

Destacados deportistas malagueños relatan sus sensaciones en el regreso al escenario de sus disciplinas tras más de dos meses sin poder pisarlos

marina rivas y Pedro Luis Alonso

Málaga

Martes, 19 de mayo 2020, 00:42

Las dimensiones del escenario real, un elemento clave para un deportista de élite. Durante más de dos meses (al menos 66 días), los atletas, tenistas, golfistas y jugadores de pádel no han podido ejercitarse en el campo o en la pista debido a la pandemia. Para muchos de ellos hay que remontarse a la infancia o a una lesión grave para recordar tanto tiempo lejos de la cancha. Con la provincia ya en la fase 1 de la desescalada, llegó el día esperado, aunque alguno de los malagueños (Momo González, Oumaiz, Borja Vivas,..) incluso prefirió esperar con cautela alguna jornada más y un panorama más despejado o seguro.

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«Las sensaciones han sido como volver a empezar a jugar al tenis. Al principio es raro. No tienes el 'feeling' de antes de empezar todo esto. Te mueves más raro, y golpear la bola no es lo mismo a cuando te mueves normal. Va a ser cuestión de semanas sentir la bola como antes y recuperar ese fondo físico», relata el rinconero Alejandro Davidovich,el mejor tenista malagueño (97º del 'ranking' ATP), que el sábado acudió a una finca particular en su regreso y ayer al Club Lew Hoad, de Fuengirola, porque el del Don Carlos (de un hotel), su lugar habitual de trabajo, sigue cerrado. Tiene que remontarse a «la operación de rodilla en 2012» para recordar tanto tiempo fuera de la pista. Entonces, cuatro o cinco meses. «Esto es diferente, porque en aquella ocasión no me podía mover. Lo he medio llevado bien, con mi psicólogo y mi entrenador». Ahora se exige «ir poco a poco; si no, me saldrán ampollas en las manos».Su regreso, no en la ATP pero sí en el circuito nacional de la RFET, puede ser el 10 de julio.

En pádel, Álex Ruiz, entre la población de riesgo en esta pandemia al ser diabético, no había salido de su domicilio en Alhaurín de la Torre. Ayer tampoco lo hizo, pero al menos sí cogió el coche para ir al Club Capellanía. «Nunca había estado 68 días sin tocar una pala, ni por una lesión de escafoides. Ha sido brutal. Me sentía rarísimo. Son sensaciones regulares, a pesar de que no he parado de trabajar, pero no es lo mismo tanto tiempo sin estar en una pista._De toque me he visto bien», comentó a este diario. Su 'sparring' fue Jorge Cárdenas, un 'youtuber' al que siempre derrota por 6-0. «La broma fue esta vez echar un cruzado», añade en relación a cómo se conoce en la jerga jugar en individuales en pádel, formato que no es de competición y que se mantendrá en la fase 2. «Para un profesional no es lo que se debe hacer. Necesito más dinamismo, más bola viva, situaciones de estrés, adversas, llevadas a la competición.Esto ha sido más divertirse», explica, y no descarta ahora citarse con jugadores como José Carlos Gaspar o Momo González, presentes en la provincia. En cuanto a los protocolos, «me advirtieron de que si tocamos la malla y el cristal, se avise para desinfectar».

Álex Ruiz, en Capellanía (Alhaurín de la Torre); Bea González, en el Club SportMiraflores junto al dueño de las instalaciones Mario Gutiérrez; Mari Carmen Villalba, en el Club de Tenis de Estepona; Noemí Jiménez, en el campo de golf Guadalmina (Marbella) y Alejandro Davidovich, con su entrenador Jorge Aquirre. SUR

Gel hidroalcohólico

El gel hidroalcohólico tampoco faltó en el SportMiraflores, al que regresó ayer Bea González. «Al principio fue un poco raro. Después de tanto tiempo sin coger la pala, las tres primeras bolas fueron al cristal. Se trata de ir recuperando sensaciones poco a poco y la primera toma de contacto ha sido buena. Lo malo es que sólo se puede entrenar uno contra uno», recuerda la joven promesa, emparejada este año con la número uno del World Padel Tour, Marta Ortega, a la espera de entrenarse en Madrid. En la misma línea, la esteponera Mari Carmen Villalba también volvió ayer. Primero se entrenó por la mañana en Villa Padierna y después impartió clases particulares por la tarde en el Club de Tenis de Estepona. «Teníamos una especie de tubos para recoger las bolas. Mi entrenador, Santi Moreno, llevaba guantes y estaba todo desinfectado... Y luego con mis alumnos, igual, de uno en uno, cada uno entrando por una puerta de la pista y manteniendo las distancias», explica.

Isa Velasco, Elena Paulano, Alejandro Romero y Javier Troyano, ayer en la vuelta a Carranque. ÑITO SALAS

Probablemente la instalación deportiva malagueña con más actividad ayer fue Carranque, que reabrió su pista de atletismo, no sin restricciones. Las principales, no superar las cincuenta personas de aforo y pedir cita previa, incluso siendo Deportista de Alto Nivel (DAN), como el velocista y medallista nacional absoluto Javier Troyano, el primero con esta condición en entrenarse allí. «Estaba deseando volver. Está bien entrenarse en la calle, pero cualquier atleta echa de menos su terreno, la pista. Además he tenido suerte y he pillado Carranque vacío. Ahora empieza la pretemporada para mí», valora tras completar su primera sesión, en el turno de mañana y con escasa actividad en el recinto.

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Cambió la situación por la tarde, reservada a los clubes desde las 17.00 hasta las 21.30 y en franjas de una hora y media para cada grupo de cincuenta atletas (de diferentes entidades) y que ya gozaran de su carné de acceso a la pista previamente. En el segundo de estos tramos, el de 18.30 a 20.00, pudieron entrenarse otros medallistas nacionales, en este caso de alto rendimiento (DAR) como la vallista Isa Velasco y la velocista Elena Paulano (ambas del Unicaja) o el también vallista Alejandro Romero (del Club Nerja), que comentó: «Parecía que estábamos volando después de tanto tiempo sin correr en pista. Me he notado muy ligero y libre. Por fin he notado que estaba corriendo de verdad. Tenemos mucha suerte de ser atletas». Todos tendrán que seguir el protocolo. Un control de acceso a la entrada, con medición de temperatura, uso de mascarilla y guantes (que podrán retirar una vez comiencen a entrenarse) y una bayeta individual para limpiar con gel desinfectante los elementos que usen.

«Por fin he podido dejar de entrenarme sola. Creo que ha sido lo más emocionante, además de lo agradable que es volver a correr sobre el tartán y no sobre cemento y esquivando gente», explicó Paulano, quejosa por las dificultades para entrenarse estos días atrás. En la misma línea, Velasco comentó: «Después de correr en una cinta un mes y medio, se ha notado muchísimo la diferencia. Ahora empieza lo técnico y la puesta a punto para lo que pueda haber de temporada».

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Buenas sensaciones también las de la golfista del Ladies European Tour Noemí Jiménez, que acudió al campo de Guadalmina ayer por la mañana: «Ha sido una sensación increíble. He sentido felicidad cuando he visto la bola volar. Creo que he perdido un poco en el 'approach' (movimiento de acercamiento al hoyo), pero el resto ha ido muy bien». «Creía que iba a haber más gente, pero igual al ser el primer día muchos tenía miedo», añadió sobre lo único extraño que observó en su vuelta.

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