El UMA Antequera, en un limbo cruel

Pues bien, a día de hoy este equipo sufre en un limbo cruel. No cobra desde el 22 de diciembre, como denunció ayer toda la plantilla en un comunicado. No puede entrenarse en el Pabellón Universitario, donde lo hacía habitualmente (salvo los miércoles, que acude al Fernando Argüelles de Antequera, en el que compite como local) y le han cambiado la cerradura del vestuario, y el encargado de material del equipo ha de acudir allí escoltado por un trabajador de la UMA para recoger y dejar cada día el material de los entrenos. Tampoco pueden hacer uso de la sala de musculación. El equipo ha ido esta semana a un pabellón en Moclinejo y a otro de Gamarra para entrenarse, y este es el plan de momento para lo que queda de campaña.

Demasiados problemas para un equipo que se ve como víctima de un entuerto burocrático que trascendió la semana pasada: al Club Deportivo UMA, del que es una de sus secciones, la más conocida, no se le han aceptado la adaptación de sus estatutos. Aunque está inscrito en el Registro Andaluz de Entidades Deportivas desde 1988, en 2022 se requirió a todos los clubes adaptar sus estatutos al Decreto 41/2022 y se les dio un plazo de dieciocho meses.

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En noviembre de 2023 el anterior equipo de gobierno de la UMA activó la inscripción, algo que no aceptó la Consejería «por defectos subsanables» y el nuevo Rector, Teo López, ha tomado una decisión de suspender las actividades del CD UMA, lo que afecta también a monitores (son 18). En el 'quid' del asunto, el hecho de que el CD UMA tiene el estatus de medio propio de la UMA (un organismo autónomo pero dependiente de la administración matriz y de la que recibe encargos por los que cobra una determinada cantidad). Se está pendiente de resolver el recurso de alzada que presentó el propio club a la Consejería. Las firmas de las actas de la asamblea en la que se aprobó el cambio de estatutos o la falta de coincidencia de los nombres de algunos de los directivos son otros problemas registrados.

Son numerosos los interrogantes ante esta situación kafkiana del UMA de fútbol-sala, que el 19 de mayo 2022 fue recibido en la Delegación de Málaga por el propio presidente de la Junta, Juanma Moreno y que fue Premio Andalucía de los Deportes de 2022. ¿Por qué este problema si la Junta está dispuesta a colaborar y considera desproporcionada la decisión tomada por la Universidad para suspender las actividades del CD UMA? ¿Está la parcela deportiva de la UMA en manos de funcionarios con poca sensibilidad en esta materia, como dicen algunas fuentes? ¿Tan difícil era subsanar las deficiencias al adaptar los estatutos del CD UMA por los gestores universitarios o es que no se quiere prescindir del estatus actual de medio propio? ¿Tiene que ver la decisión del Rector con la delicada situación económica de la UMA?

En cifras, la Universidad aporta 100.000 euros, en torno al 20% del presupuesto del UMA Antequera, que subsiste fundamentalmente de otras instituciones (la Diputación y, sobre todo, el Ayuntamiento de Antequera, que ha ofrecido estos días su apoyo total a través de su alcalde) y patrocinios. Para un presupuesto de 325 millones de euros, la partida para el CD UMA era de 722.684. Desde la Junta apelan a que la mayoría de las universidades cuentan con secciones deportivas y la UMA es la única que considera a su club un medio propio. Mientras, el UMA Antequera, un equipo semiprofesional ejerce de víctima. El pasado fin de semana, en su primer partido tras desatarse la crisis, sufrió un empate... Desde el equipo temen que el futuro, aun si se resuelve este laberinto burocrático, pueda ser, a medio plazo, alejado del paraguas de la UMA... décadas después.