Cobarro, en un ejercicio de potencia en el entrenamiento del UMA Antequera este martes en Moclinejo. ÑITO SALAS

Hoy Cártama, mañana Antequera y al siguiente Moclinejo...

El UMA Antequera de fútbol-sala deambula de un pabellón a otro en sus entrenamientos, a semanas de poder certificar su ascenso a Primera, ante el problema burocrático suscitado por los estatutos del club inadmitidos

Viernes, 15 de marzo 2024, 00:25

Moclinejo apenas supera los mil habitantes. Allí, rodeado de cultivos de pasas, en un tranquilo pueblo axárquico, desarrolla parte de su destierro el UMA Antequera, ... después de que la Junta de Andalucía comunicara hace un mes al club (el CD UMA) que sus estatutos no están bien actualizados. El equipo ya no puede usar sus instalaciones en el pabellón de Teatinos y sus semanas transcurren en un continuo peregrinar: hoy Cártama, mañana Antequera, al siguiente Moclinejo...

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Y ello a escasas semanas de poder certificar su quinto ascenso en sólo una década a Primera División, ya que dispone de un colchón de cuatro puntos sobre el segundo clasificado, el Sala 10 Zaragoza, a siete jornadas del final. Pero el conjunto malagueño no puede acceder a su vestuario (ha de hacerlo en compañía de un trabajador de la Universidad), del que se han cambiado las llaves, y el utilero lleva en su coche particular todo el material necesario de los entrenos, y van llegando todos los jugadores en sus coches a Moclinejo, con un pabellón con muchas franjas horarias libres.

Cobarro y Burrito, durante el entrenamiento. ÑITO SALAS

Cada jornada no cesa el runrún de comentarios acerca de las novedades acerca del problema institucional. Este martes, como pudo comprobar este periódico, el presidente, Eloy Cano, y el director deportivo, Carlos Muñoz, comunican al cuerpo tecnico algunas novedades, pero se matiene la incertidumbre general: ¿seguirá la entidad bajo el paraguas de la UMA? ¿Se resolverá todo antes del fin de la temporada?

Los jugadores, que dejaron de cobrar a finales de diciembre, vuelven a estar al día de cobros gracias al adelanto de dinero de los patrocinios, pero les cuesta entender este limbo en que se encuentra la entidad. El equipo sigue ganando partidos, pero su entrenador, Tete, no oculta a este medio que la procesión va por dentro.

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Un futbolín, en el Pabellón de Moclinejo, junto al equipo del UMA Antequera, antes de entrenarse. ÑITO SALAS

Un futbolín preside el entrenamiento. Moclinejo, con un concejal de Deportes que ha ganado torneos internacionales, presume de ello con varios ejemplares repartidos por toda la población. Los jugadores del UMA Antequera no tienen tiempo para entretenerse con él. Es momento de resolver los problemas y de ascender para ofrecer un argumento más a los responsables cara a que se resuelva el entuerto.

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