«He estado a punto de tirar la toalla por la falta de apoyo, de empatía». Con estas palabras el presidente del Trops Málaga, Alberto Camas, resume la decepción en las últimas semanas con el tratamiento recibido por el Ayuntamiento para atender sus demandas en relación con la pandemia y la escasez de espacios en los que entrenarse y competir el equipo, que afronta su segunda campaña seguida en la División de Honor Plata del balonmano nacional.
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Cerrado hasta febrero el pabellón Pérez Canca, el espacio principal de la Ciudad Deportiva de Carranque y ahora convertido en hospital de campaña en caso de una saturación de otros espacios, el Trops alterna numerosos escenarios para el trabajo, como el pabellón B de Carranque o el Colegio Puertosol.
Camas denuncia la escasa comprensión recibida desde los representantes correspondientes del Ayuntamiento para hacer uso del pabellón municipal de Ciudad Jardín, a priori la solución más natural a la situación sobrevenida por la crisis sanitaria. «Hay una tarifa de precios ilógica para un equipo profesional que representa a la ciudad y nos sentimos discriminados respecto al Unicaja de baloncesto o al Málaga de fútbol, clubes profesionales del deporte malagueño que no tienen que asumir esos costes. Tampoco se corresponden las ayudas en patrocinio que reciben y los que tenemos nosotros, que también llevamos el nombre de Málaga fuera de la ciudad», se lamenta.
«Lo sucedido ratifica la falta de infraestructuras deportivas en Málaga capital», añade Camas, aunque no lo achaca a la legislatura actual. «No me dan las mismas horas de entrenamiento –añade– y echo en falta más contundencia del Ayuntamiento cara al deporte profesional». Otro de los obstáculos que sufre el Trops Málaga para utilizar Ciudad Jardín es el uso de la pega, una sustancia de resina que se emplea para mejorar el agarre de la pelota y que puede ensuciar el parqué: «Nos piden limpiarla, cuando tienen la maquinaria y los empleados para ello. Es como si voy a un restaurante y me reclaman que friegue los platos».
Finalmente, Camas se lamenta del hecho de haber tenido que cambiar la cartelería para desplazar la disputa del II Memorial Feliciano García Recio (un amistoso de pretemporada), previsto frente al Ángel Ximénez de Puente Genil (único club andaluz en la élite del balonmano nacional) el martes 18 desde Ciudad Jardín al Pabellón B de Carranque. «Nos lo niegan por los protocolos sanitarios, cuando se están jugando amistosos por toda España y aquí no nos dejan. Nos han llegado a decir que no se pueden jugar citas oficiales hasta octubre, cuando la temporada empieza el último fin de semana de septiembre. Nos equiparan con deporte escolar o no profesional«, argumenta. En todo caso, el Memorial será a puerta cerrada y ofrecido por 'streaming' por el canal de YouTube del club, pero es »una instalación con poca ventilación y con vestuarios antiguos, con cuarenta años«, se lamenta.
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En todo caso, el apoyo que recibe el club desde la Diputación y la Junta no le llega por parte del Ayuntamiento, explica. El club sigue a rajatabla los protocolos) en los entrenamientos y ha contratado incluso a una empresa de prevención de riesgos laborales como asesora, Además, dado que la RFEBM no se responsabiliza de futuros contagios, tiene intención de disputar sus partidos ligueros sin público (la Junta permite un aforo máximo de 800).
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