El triatlón del Mediterráneo consolida su cantera

¿Cuál era esa debilidad que se ha convertido en fortaleza en el triatlón del Mediterráneo? La cantera. La filosofía de formar a los deportistas para que sigan desarrollando su carrera deportiva en el club. «Que un deportista nuestro se formase en el club y tuviese posibilidades de compatibilizarlo con sus estudios era muy complicado. Llegaba el momento de ponerse a seguir con su formación y desaparecían del equipo. Por eso antes los resultados eran muy discretos», recuerda el director técnico de la sección. «Nosotros ahora intentamos ser un poco moderados en esas edades para que el deportista pueda tener muchísimo más recorrido. De esta forma estamos empezando a sumar y estamos participando en más campeonatos dando lo máximo de nosotros. Precisamente ahora tenemos un sub-23 que están participando en las ligas absolutas, cosas que otros clubes no tienen», valora Pablo Iglesias.

Pero todo eso ha sido el fruto del trabajo de los últimos años. Paso a paso, despacito pero con buena letra. Ahora la satisfacción del director técnico del grupo de triatlón del Mediterráneo se nota en sus palabras y en la ambición por seguir creciendo como equipo. «Tenemos gente que se ha formado de base en la escuela y que sigue con nosotros de mayores. Hemos creado una cantera propia. Eso ha sido un trabajo de seis años, ahora queremos duplicarnos en números y resultados», asegura.

El objetivo está más que marcado: «Tenemos entre manos llegar a ser este año la mejor escuela andaluza», señala el entrenador. Desde los ocho años (el más pequeño) hasta más de 70 (el deportista más longevo de esta sección del club). «Hay que enseñar los valores, la competición y la constancia», matiza Iglesias al hablar del trato a sus deportistas. Al tratar este tema, hay un punto que no se le escapa al entrenador, y es el equipo técnico que tiene junto a él: «Es otro de los secretos por los que vamos tan bien. Por fin me he rodeado de un grupo de personas con mucha valía y un compromiso impresionante. Tengo a Guillermo Pérez, que se encarga de las categorías inferiores, y a Andrés Carnevali, que está con la mayor parte de los grupos adultos», concreta el director técnico de la sección.

Otra de las partes claves ha sido la captación de deportistas triatletas. Hace unos años llegó el 'boom' del triatlón y ya no solo eran deportistas cansados de la natación o la bicicleta los que llamaban a la puerta de este deporte. ahora son pequeños que desde un principio están interesados en la natación, el ciclismo y el atletismo en su fusión. Y, como reconoce Pablo Iglesias, ya casi no queda ningún barrio en Málaga que no tenga un equipo de triatlón. Pero desde su propia experiencia en el Mediterráneo, resalta este dato: «Hay pequeños que nunca habían practicado otro deporte y vienen a que se les forme como triatletas. Ahora mismo este perfil son la mayoría de los que se unen a la sección. Aunque también funciono como 'cazatalentos', a veces me doy un paseo por el club y a los que veo que destacan les invito a unirse. De ahí me han salido deportistas bastante buenos», desvela el entrenador.

Los entrenamientos tienen «combinaciones infinitas», o al menos eso asegura Pablo Iglesias al hablar de ellos. «Hay partes en las que trabajamos de forma más específica y se apunta a alguna de las tres disciplinas en concreto, y hay otras en que ponemos más el foco en la técnica en general. Pero no todos los días los dividimos por modalidades», aclara el entrenador. En las propias instalaciones del club practican los entrenamientos: desde la piscina hasta la sala de ciclo, pasando por los exteriores. El club tiene un lugar idóneo para salir a correr por los alrededores, así que aprovechan el paseo marítimo para poner en práctica el atletismo.

Pero Pablo Iglesias no termina su repaso al triatlón del Mediterráneo sin destacar al equipo femenino: «Este club tiene mucha tradición femenina. Los mejores resultados siempre han venido por las chicas y es con ellas con quienes vamos ganando la liga absoluta», explica Iglesias. La temporada vuelve a la carga y el Mediterráneo confía en lo que siempre había buscado: su cantera. Las debilidades pueden convertirse en fortalezas cuando se lucha poco a poco.