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A estas alturas de la temporada ya es todo o nada para ellas. Tres malagueñas se lanzarán a las aguas de Lucerna a partir de este domingo en su última oportunidad para conseguir el billete olímpico para París. El sueño de toda una vida y ... el trabajo de un ciclo de cuatro años se reflejará en dos o tres regatas, quizá, las más importantes de sus vidas. Hablamos de Natalia de Miguel, Teresa Díaz y Marta de las Heras, todas ellas de la capital costasoleña, del Real Club Mediterráneo, y becadas en el Centro de Alto Rendimiento de Sevilla. Hoy parten para Suiza, en busca de los dos últimos billetes olímpicos.
La más veterana es De Miguel, la remera más reconocida que ha dado la provincia, internacional y titular de la embarcación española de doble scull de peso ligero desde hace años, ya peleó por alcanzar el sueño olímpico en Tokio 2021, sin suerte. Ahora, cara a París, lo afronta con otra compañera, una amiga y compañera de club: Teresa Díaz. Una joven de 23 años con una progresión meteórica, medallista también en competiciones internacionales de remo de mar y que, este mismo 2024, se ha ganado la titularidad en el bote nacional. Es un arma de doble filo porque mientras que muchas de sus rivales llevan más de un lustro como pareja, ellas sólo llevan tres meses, habiendo competido sólo una vez como equipo a nivel internacional, en la Copa del Mundo de hace un mes.
Aun así, acudirán motivadas al Preolímpico. Arrancarán el domingo por la mañana y sus rivales son: Australia, Francia, Grecia, Indonesia, Italia, Suiza y Uzbekistán. Son sólo ocho botes, pero los pases son muy caros, más aún teniendo en cuenta que dos de ellos son los de las vigentes campeonas y subcampeonas olímpicas (Italia y Francia). «Es una locura lo preparada que está la gente. El nivel está subiendo muchísimo y a nosotras nos falta tiempo de competición juntas. Tenemos que ir con los pies en la tierra, sabiendo que el nivel es altísimo y vamos a sufrir», reconoce De Miguel, de 29 años. Aunque incide: «Vamos a ir a muerte y sabiendo que hemos trabajado muchísimo. La esperanza es lo último que se pierde».
Un dato importante: esta es la última vez que el doble scull de peso ligero será olímpico, por lo que la presión aumenta: «Sería un sueño ser olímpica, porque llevo muchos años luchando por esto. Sería la guinda del pastel, pero para mi, ser olímpica no es sólo ir a los Juegos, no todos logran ir, un olímpico tiene que construirse día a día».
En el caso de Teresad Díaz, esta será su primera tentativa olímpica, pero la ilusión es igual de grande: «Ser olímpico, para mí, es ser una figura mundial, un referente. Es lo más grande que se puede conseguir». Aunque también es cauta dado el nivel de las rivales, confía en la pareja, sobre todo porque llega en buen nivel «Entonces -Copa del Mundo- no estábamos tan bien como ahora en cuanto a forma física. Noto que el barco trabaja mejor ahora, estamos en un punto físico muy distinto. Llegamos más fuertes y preparadas. Este es el momento clave», reconoce.
El caso de Marta de las Heras es diferente. La joven de 23 años lleva apenas dos ligada al más alto nivel y este es el primero en el que forma parte del equipo olímpico, por lo que acudirá a Lucerna como reserva del bote de cuatro sin timonel; prueba en la que habrá seis naciones en busca de dos billetes a París. «Para mí ya es motivo para estar contenta el estar formando parte del equipo olímpico, por toda la experiencia que esto me está dando», apunta De las Heras. Y añade: «Ser olímpica es algo que nunca me había planteado y ahora es un sueño a medio-largo plazo por el que voy a trabajar».
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