La travesía solidaria de la malagueña Marion Regitko

La malagueña de origen alemán Marion Regitko, de 53 años, nadará 15 kilómetros este sábado en el embalse del Negratín, en el Geoparque de Granada, por una causa solidaria, personal y muy entrañable. Para conocerla hay que remontarse diez años atrás. La nadadora, arquitecta, viajó a Uganda como voluntaria para construir un colegio. Allí conoció a Deborah, profesora de inglés, y a uno de sus hijos, que casualmente tenía la edad del suyo. «Nos llevó a una de sus clases, con niños de todas las edades, y había 98», se dio cuenta entonces de las dificultades que tenían aquellos niños para recibir una educación adecuada.

Estrechó lazos con aquella madre y profesora y, de un tiempo a esta parte, corre con los gastos escolares de tres de sus hijos. Ahora tiene cuatro y no es capaz de afrontar también el coste del último de ellos. Es por eso que todo lo que recaude con esta iniciativa irá destinado a la educación de estos cuatro hermanos: Arnold, Marion, Meagan y Miriam. «La última tiene ahora seis añitos y me gustaría ayudarla», se sincera. «Estoy convencida de que no sólo los ayudo a ellos, que tendrá una implicación futura con su barrio y su comunidad», amplía.

Eligió esa ubicación para su reto porque quedó fascinada por su belleza cuando acudió en el pasado. «Es como el Gran Cañón de Estados Unidos, pero en pequeño», expresa. Estima que nadará durante seis o siete horas, un reto mayúsculo para ello y una distancia a la que nunca se ha enfrentado. Lo más grande que ha hecho hasta ahora ha sido travesías a de cinco kilómetros y de diez, en Jávea (Alicante). Y contextualiza todo contando que empezó a nadar hace sólo cuatro años. «Lo único que me da miedo es tener el viento delante, pero sí, me veo capaz de conseguirlo. Estoy segura». Irá acompañada de su equipo, que irán en un kayak, dándole ánimos y comida.

Se ha marcado el objetivo de recaudar 2.000 euros. A estas alturas, al mediodía del jueves, Marion Regitko cuenta 240 euros. Bajo el lema 'Education Helps!', la nadadora afrontará el reto más exigente de su vida por y para los niños de Uganda. Una nación con la que se conectó hace una década y que llevará consigo para siempre.