
El sueño americano de José Carlos Gaspar
Miami y Nueva York ·
El jugador de pádel malagueño contribuye a la expansión de este deporte en Norteamérica al tiempo que compite en el circuito local, en el que forma la pareja número unoSecciones
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Miami y Nueva York ·
El jugador de pádel malagueño contribuye a la expansión de este deporte en Norteamérica al tiempo que compite en el circuito local, en el que forma la pareja número unoHace sólo unos años parecía una utopía introducir un deporte como el pádel, tan popular en España, en un país tan focalizado en el fútbol ... americano, el baloncesto y el béisbol. Sin embargo, la realidad es que Estados Unidos está llamada a ser la próxima potencia mundial de esta disciplina, quizá no en lo que respecta a jugadores (de momento), pero sí a nivel de expansión empresarial. Se puede decir que está entrando por la puerta grande en el país del Tío Sam: el número de clubes y jugadores crece como la espuma, ya se han creado varios circuitos con profesionales y como relata nuestro protagonista, se está convirtiendo en el deporte de moda entre empresarios y famosos.
El año pasado, el malagueño de 27 años José Carlos Gaspar aterrizó en Miami con una buena oferta laboral bajo el brazo. Un reconocido empresario americano, dueño de uno de los clubes de pádel más prestigiosos del país, le captó para trabajar con él en su 'casa', Reserve Padel, con sede en Miami y que ahora, además, se ha expandido con su segundo club en pleno corazón de Manhattan. Además, ya se trabaja en la apertura de su tercera sede, también en Nueva York. No es la primera aventura internacional de Gaspar. Hace ya alrededor de un lustro que apostó por vivir del pádel… Desde otro punto de vista.
Campeón del mundo de menores (sub-18), este talento malagueño llegó al 'top 70' del mundo en la era World Padel Tour. Sin embargo, como él mismo explica con sinceridad, no supo sobrellevar todo lo que implicaba la vida de un deportista de élite. «A nivel mental estuve muy jodido, venía de ganarlo todo en menores y luego, cuando das el salto al profesionalismo, no es fácil lidiar con las expectativas, las derrotas, el estrés… Es un mundo muy duro», reconoce. «No siento que esa vida fuese para lo que yo estaba hecho, ahora sí soy feliz. No me arrepiento, estoy convencido de que hice bien, bajé de categoría en cuanto a competición, pero me enfoqué en otro punto de vista del pádel», añade.
Y no se equivocó, porque aunque le ha llevado mucho tiempo y esfuerzo, puede decir que ahora lleva la vida con la que soñaba. En 2021 el malagueño, graduado en Administración y Dirección de Empresas y con un Máster en Bolsa y Mercados Financieros, se marchó al extranjero para trabajar en un club en Suecia. Poco más tarde, pasó a dirigir otro club en Suiza y fue allí cuando le llegó la oportunidad de su vida: Estados Unidos.
Consiguió una peculiar visa para entrar al país, la O-1, conocida popularmente como la visa por talento, que se le otorga a personas con habilidades específicas para desarrollar un trabajo valioso para Estados Unidos. Recaló primero en Miami, y sin duda, lo que más le chocó fue la gran apuesta económica que se está realizando por este deporte. «Están entrando muchos empresarios potentes que se están volcando con el deporte. Además, también se están empezando a interesar muchos famosos, jugadores de la NBA como Jimmy Butler. El otro día también tuvimos por aquí a Leonardo Di Caprio, a Carlos Alcaraz, John McEnroe, pilotos de Fórmula 1, Piqué, Tony Parker… Ahora mismo se está empezando a ver como un deporte 'cool' y todo el mundo quiere jugarlo. Está todo el mundo como loco por jugar, hacer torneos…», relata, aún asombrado. Y concluye: «Eso, unido a la mentalidad empresarial tan potente que hay, va a hacer que el crecimiento en los próximos años sea una locura».
Su trabajo concreto es el de consultor para Reserve Padel, pero su principal valía es ser jugador. «Aquí se lleva mucho el disputar partidos Pro-Am (profesionales con 'amateurs'). Juego, hago exhibiciones, eventos…». Le contratan para jugar, pero además, también gana dinero compitiendo en el circuito americano, el USPA, impulsado por la federación estadounidense. De hecho, junto al argentino Juan Manuel Vázquez, conforma la pareja número 1 del 'ranking'. «Hay muchos jugadores de Latinoamérica que se han venido aquí y están empezando a venirse algunos españoles y europeos que han sido profesionales. Están viendo que aquí se puede crecer».
Eso sí, advierte Gaspar que no todo es un camino sobre un lecho de rosas porque a pesar de que los salarios son bastante buenos, el nivel de vida también es infinitamente más caro que en España, por lo que no es tan sencillo cumplir el sueño americano. Por ahora, disfruta de su estilo de vida como jugador, pero cara al futuro, su mentalidad va más allá: «Me estimula mucho a nivel personal es la parte empresarial y me gustaría enfocar mi vida en esta línea, si puede ser, vinculado con el deporte, así que esta experiencia me está ayudando a desarrollarme».
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