

Secciones
Servicios
Destacamos
Ellas también lo soñaron antes de pisar el octágono. Yamila 'Sukhi' Sánchez y Chanel Forster abanderan a la provincia de Málaga dentro de las artes marciales mixtas (MMA), la disciplina de contacto más popular del momento. Esa que el hispano-georgiano Ilia Topuria puso en boca de media España en la madrugada del 18 de febrero, tras proclamarse campeón mundial de la UFC (Ultimate Fighting Championship) en la categoría de peso pluma, en la ciudad californiana de Anaheim.
Las MMA (sus siglas en inglés) son un deporte de combate que combina elementos y técnicas de distintas artes marciales, tales como el kick boxing, el boxeo o la lucha grecorromana, lo que la convierte en uno de los deportes de contacto más completos y versátiles que existen, en el que está permitido combatir con los puños, las piernas, los codos o las rodillas. Aunque, eso sí, hay una serie de prácticas prohibidas para garantizar la seguridad de los luchadores, como los cabezazos, los golpes en la nuca, en la columna o en los ojos, entre una treintena de actos considerados falta.
A Yamila Sánchez, de 34 años, la conocen como 'Sukhi', su apodo de guerra. Es un nombre tailandés que significa 'persona feliz'. Ella lo adoptó porque no pudo sentirse más identificada. Cuenta su historia con acento argentino porque nació en Mar de Plata, aunque se crió en la provincia de Málaga. Ahora tiene su equipo, su familia, en la pedanía veleña de Torre del Mar. Chanel Forster, de 28 años, tiene un nombre extranjero porque tiene ascendencia inglesa y galesa, pero nació en Marbella y se crió en Estepona. No tiene ningún sobrenombre para combatir porque, afirma, el suyo tiene gancho de sobra. Ambas abanderan a Málaga desde dos puntos opuestos de la provincia, aunque con un denominador común: su amor por los deportes de contacto. Se conocen e incluso han entrenado juntas en alguna ocasión.
Forjarse en las artes marciales mixtas es sinónimo de trabajar en varias disciplinas a la vez, a fin de dominar distintas técnicas para poner en marcha durante los combates. Chanel se consagró directamente a este deporte allá por el 2019, por una compañera de trabajo que se lo recomendó en varias ocasiones. Sukhi empezó en 2011 con el kick boxing y el muay thai y llegó a las MMA en 2013, gracias a su entrenador, Óscar Panadero. «Fue un amor-odio», dice acerca de su relación con la disciplina. En 2014 debutó en las MMA amateur, un salto que, asegura, le cambió la vida.
Sukhi es una persona apasionada que vive con el corazón. Resalta el sacrificio, físico y mental, que tiene detrás una luchadora. «Lo que aprendemos lo trasladamos a la vida cotidiana. La gente ve y piensa que es un deporte violento, agresivo y sangriento, y no te digo que no, pero tenemos mucho trabajo detrás. Para llegar a donde llegamos hay que sacrificar mucho todos los días. Hacemos cortes de comida y de agua… Y eso la gente no lo ve». Su amor por lo que hace marca los pasos de su día a día. «Voy a clases, entreno y los fines de semana me gusta ir a los eventos, aunque a medida que pasan los años me gusta más compartirlo», dice. En verano trabaja en un campamento infantil de exclusión social, en el que enseña muchas de las cosas que ha aprendido en el deporte. «No enseño a pegar, enseño los valores. Da igual en el campo al que te lo lleves. Si quieres sacrificarte, vas a obtener los resultados», cuenta. Y además de tener cerca a la gente que quiere, le encanta bailar. «Amo salir a bailar». Esta es Yamila Sánchez, que compite en la categoría de peso mosca (menos de 56,7 kilos) y se entrena en el club del luchador malagueño Daniel Martín 'Rapi'.
Hoy por hoy se encuentra en el momento más dulce de su carrera. Participó en el Dogfight Wild Tournament (DWT), el evento que organizó el creador de contenido de Jordi Wild. «Sonó la campana», afirma Sukhi. Peleó en la disciplina de bare knuckle (como el boxeo, pero sin guantes). «Poder luchar allí fue una locura», introduce, a la vez que hace gala de su faceta sentimental: «Sentir el cariño y la energía de la gente. Que te vean diez mil personas en vivo y medio millón en 'streaming'. Y debutar en el bare knuckle. Mi sueño». Se ha convertido en la primera española en firmar un contrato con la Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC), la competición más importante del mundo en la disciplina, a la que llegó catapultada por el evento de Jordi Wild. «Ya tengo lo que siempre he querido». Fue una de las dos protagonistas del primer combate femenino de bare knuckle de la historia de España.
Chanel Forster es tajante con su rutina. «Si llegas a una pelea sin dolores es porque no has entrenado lo suficiente», introduce. Compite en Way of Warrior (WOW), la promotora de artes marciales mixtas más importante del país, una empresa con la que ya ha disputado cuatro peleas, con un balance de 3-1-0, firmando el 'KO' más rápido de la compañía. «Es increíble pasar de pelar en eventos chiquititos a hacerlo con seis mil personas», cuenta. Ha pasado todo tan rápido que no recuerda con claridad cómo llegó hasta aquí. También ha participado en Campeonatos de España. «Quería competir en el de Europa y en el Mundo, pero no me han dejado porque tengo pasaporte inglés», cuenta. Se entrena en el Real Club de Pádel de Marbella y combate en peso gallo (menos de 61,2 kilos).
En busca de romper estereotipos, afirma con rotundidad que no se trata de un deporte violento: «Es todo lo contrario. Tenemos muchísimo respeto por nuestros contrincantes. Todos trabajamos duro, sabemos lo que hacemos y por eso nos respetamos tanto. Nuestra vida no es como las demás. No salimos como todo el mundo y no podemos comer normal. Hay que ir recto y no distraerse». Fuera del octágono es madre de dos niños y profesora de equitación. «Mis hijos siguen los pasos de la madre guerrera que tienen. Ojalá puedan entrar en este mundillo porque es disciplina para ellos», cuenta, para concluir, acerca de su lado más personal.
Nacho 'Speaker' Gutiérrez, de 48 años, licenciado en Geografía e Historia y criado entre Pedregalejo y El Palo, ha sido el encargado de presentar a Sukhi y a Chanel Forster en sus mejores noches. El malagueño presentó su primera velada en mayo de 2013, a través del boxeador Juan Leiva, y con el tiempo se convirtió en el 'speaker' franquicia de Saga Heredia, WOW, Gram Slam Costa del Sol y Don Príncipe. Presentó también la velada de Jordi Wild, en Tarragona. Con un estilo marcado, el malagueño apuesta por los toques 'vintage', vistiendo con un esmoquin clásico, en ocasiones rozando la estridencia. Ha puesto voz a alrededor de 150 veladas, siempre al grito de «¡Es el tiempo del mejor boxeo!», o de la mejor MMA, o del mejor K-1, las tres disciplinas en las que hace de 'speaker'. Ese es su grito de guerra.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Cristina Cándido y Álex Sánchez
Lucía Palacios | Madrid
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.