Sarah Almagro busca el título de campeona del mundo en California

La parte final de su preparación no ha sido la adecuada, pero huye de excusas. «Mi único objetivo es el oro. Igual que yo he mejorado, las rivales también. Las olas no acompañaron, llevo desde el 20 de noviembre sin entrenar. El trabajo se hace durante 365 días. Como dicen los profesores, no se puede estudiar el día de antes. El trabajo ya está hecho, por un último entrenamiento no vas a conseguir mejorar nada».

La cita más esperada para la referente de la delegación española comienza hoy con la ceremonia de apertura institucional. Durante la jornada de mañana Almagro pasará junto al resto de aspirantes por el tribunal médico que certifica en qué modalidad concreta de Parasurfing debe inscribirse. «Es un trámite importante, aunque en mi caso desde el año pasado tengo mi categoría muy definida de por vida porque no me van a crecer manos y pies (bromea). Tengo compañeros invidentes que sí necesitan pasar continuamente por el oftalmólogo porque hay distintos niveles», apuntó. Durante toda la semana, de lunes a viernes, se perfilarán las semifinales y la gran final, entre el próximo sábado y domingo. Los horarios son impredecibles. Todos deben permanecer en el entorno de Pismo Beach desde el amanecer hasta el ocaso del día atendiendo a las condiciones del tiempo. Los criterios de evaluación para el surf en modalidad Open y adaptado es el mismo. Los jueces puntúan el tamaño de la ola, el compromiso que el competidor tiene con ella ('commitment'), la cantidad de series que acumule, la variabilidad de maniobras, la velocidad y la colocación. Los participantes cuentan con un tiempo de 20 a 35 minutos por manga puntuable, dependiendo lo que establezca la organización por las circunstancias meteorológicas, para surfear un máximo de 15 olas.

La concentración en California durante quince días con su equipo humano y material técnico ha supuesto todo un desafío económico porque los eventos adaptados a nivel mundial, aunque tienen cada vez mayor visibilidad, no cuentan con la difusión de otros deportes más populares. Pese a las dificultades, empresas públicas y privadas se han volcado con Sarah Almagro para que en esta edición solo se centre en competir. «El surf adaptado es un deporte muy costoso. Necesito dos entrenadores y una persona que se dedique solo a 'desmontarme' las prótesis. Quiero dar las gracias a Turismo Costa del Sol y Marca Marbella porque son mis patrocinadores oficiales, vitales para que pueda estar aquí para luchar por el título. Han hecho una apuesta muy grande por el deporte adaptado y femenino. Además, en la última semana se unió Iberdrola para apoyar a los 18 surfistas españoles que llegamos muy ilusionados por representar a nuestro país. Así se demuestra la inclusión y la igualdad», recalca.

Sarah comienza a vivir su sueño. Solo quiere despertar con el oro colgado al cuello de vuelta a casa.