Samuel Molina se proclama campeón de España del peso Súperligero

El malagueño Samuel Molina (22-2-0, 11 KO) se proclamó nuevo campeón de España del peso Superligero al imponerse a los puntos, y por decisión unánime (97-93, 96-94 y 96-94) al hasta entonces campeón Jon Fernández (22-3-0, 20 KO) en un abarrotado Pabellón de Carranque, ahora conocido como Ciudad Deportiva Javier Imbroda. Había ambiente que recordaba a las buenas noches de hace décadas, cola kilométrica y la denominada 'gente guapa' (alias VIP) en el ringside. Tumulto y bullicio que jaleó cada acción del malagueño.

El combate comenzó cuesta arriba para el malagueño quien veía como tenía que hacer frente a una herida en la cabeza en unos primeros asaltos de dominio del púgil vasco. Aun así, no perdió la calma el malagueño mientras escuchaba las indicaciones de Boris Heredia. A partir del cuarto, y ya de forma más clara en el quinto, Samuel empezó a encontrarse cómodo con su boxeo a la contra en la media y larga distancia. Pero, había intercambios poderosos donde se atisbaba todavía el peligro de un Jonfer que quería batirse en el centro del ring.

El hasta entonces campeón lanzaba series contundentes en intercambios duros que Samuel asimilaba producto de su buena preparación. No se desesperaba el malacitano en su boxeo hacia atrás con su uno dos y la derecha arriba en su mandíbula. A la contra estaba en su salsa y su expresión empezó a cambiar. A la finalización del séptimo el nulo marcaba las cartulinas. El trabajo comenzaba a dar sus frutos. La herida de Samu sangraba a ráfagas, pero a Jonfer se le empezaba a cerrar su ojo derecho, producto del martilleo. Había confianza en el boxeo de Samu, se le veía más animado y confiado en su trabajo, pero los cruces encogían al personal, sabedor de la potencia del vasco.

El último tercio del combate, marcado a diez asaltos, fue heroico y se decantó del lado del malagueño. El público no se sentaba y empezaba a vitorear los asaltos que se iba apuntando el malagueño. Los había con cara de póker, pero no por pose chulesca sino porque todavía no se fiaban de que Jonfer hubiera renunciado al título. El último asalto fue brutal, con intercambio mortales de necesidad y decibelios de un público entregado. Jonfer, con el ojo magullado y casi cerrado, hacia delante y Samu queriendo demostrar que no se batía en retirada, que él tiene orgullo... pero ahí estaba el peligroso anzuelo que nunca picó `La Esencia´. Esta vez el malagueño fue mejor, le dio la vuelta a un combate que empezó feo y frenético. Feo por la herida ante el pressing del vasco. Se repuso del hándicap y terminó coronándose como nuevo Campeón de España del superligero ante el delirio de más de 2500 personas. Ahora se le abren las puertas del título de Europa de par en par. Treinta y dos años después, Carranque corona a un malagueño. La historia se lo debía a Samuel.

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