Samuel 'La Esencia' Molina consigue su tercera corona en Carranque

El malagueño Molina fue el gran protagonista de la velada 'Boxeo de otra Época', que hizo honor a su nombre con una atmósfera en la que se respiró autenticidad, en un Pérez Canca lleno de detalles y que hizo gala de lo clásico de este deporte. Los árbitros, ataviados con su habitual camisa blanca y pajarita, y el presentador, el malagueño Nacho 'Speaker' Gutiérrez, que lució hasta dos conjuntos durante la jornada. Primero uno monocromo, oscuro y clásico, y después una chaqueta verde, que combinada con su pajarita y su pañuelo rojo rozó esa estridencia que tanto busca en noches de este tipo. La voz de la velada volvió a estar a la altura de la cita.

El público rugió y se hizo notar durante toda la velada. Rompiendo con el orden cronológico de la noche y media hora sobre la medianoche recorría el pasillo el canario Jerobe 'Chocolatito' Santana con Los Chicos del Coro como banda sonora. Sonaba 'Voir sur ton Chemin'. Él, de blanco con motivos verticales y horizontales negros. Encapuchado, como tres de los cuatro nombres propios de una noche que se convirtió en madrugada. Minutos después saltaba al 'ring' otro de los aspirantes a un cinturón que hasta casi una hora más tarde no tuvo dueño. Acompañado de los hermanos Heredia, Boris y Alejandro, de negro y con motivos florales, aparecía entre vítores y aplausos Samuel 'La Esencia' Molina. Este, con la cabeza y la cara completamente descubierta, que se iluminó en la oscuridad de la noche cuando llegó al cuadrilátero.

El combate envejeció bien. Muy bien. Empezó precavido y se dinamizó con el paso de los asaltos. Diez en total, de tres minutos cada uno. Los dos contrincantes fueron capaces de estirar el chicle hasta el último. Samuel fue mejor, que creció cuando avanzaba la madrugada para certificar su victoria por la vía del nocaut al minuto y diez segundos del último de los diez períodos. Un surtido de golpes mandó a la lona a Jerobe 'Chocolatito' Santana, que fue capaz de levantarse, tal y como verbalizó al referí, Pablo González, su intención de seguir, aunque quedó en algo simbólico. Segundos después llegó la ofensiva definitiva de 'La Esencia' que terminaría por tumbarlo. Y el público gritaba porque supo entonces que lo había logrado.

Fue el segundo de los títulos que se decidieron en Málaga, en una noche de boxeo con una cuidada y delicada estética. En el Campeonato de España de peso ligero sí hubo un púgil que defendía título. Desde Sevilla, con el pelo a dos colores, blanco y fucsia, e indumentaria a juego apareció Rafael 'Falito' Acosta delante de su cinturón y la bandera gitana, símbolo que también llevaba estampado en tinta en su espalda. En la esquina contraria esperaba uno de los grandes abanderados del boxeo vasco, Jokin 'Hunter' García, de blanco y motivos en verde aqua, golpeándose a sí mismo en la cara y en el pecho.

En un combate que tuvo el mismo ritmo en los diez asaltos, el púgil del Norte fue capaz de mandar al suelo hasta en cinco ocasiones a Acosta, aunque sin conseguir llegar al KO. Los jueces fallaron tras un intercambio de golpes constante e indefinido y dos púgiles que aguantaron los arreones ajenos hasta el final, con dos valoraciones de 97-93 (una a favor de cada boxeador) y una tercera que acabó por decantar ligeramente la balanza (96-94). Levantó el brazo 'Falito', que seguirá defendiendo su cinturón un tiempo. Se acordó, tras sellar una nueva victoria, de un primo enfermo y de una prima que lo apoyó desde el cielo.

Más allá, siguiendo la línea temporal de esta crónica, dando pasos hacia atrás, se celebraron nueve combates extra, cinco profesionales (con uno femenino) y cuatro amateurs. La velada, organizada por la dinastía y promotora pugilística malagueña de gran tradición, Saga Heredia, contó con actuaciones musicales previas a las últimas contiendas y un ambiente de gala a la altura de lo que se ofreció. El Pérez Canca de la ciudad deportiva Javier Imbroda, para los malagueños conocida como Carranque, fue un pequeño ecosistema con vida propia que vibró al son de los guantes.