Era un proyecto con expectativas y de momento se van cumpliendo. A falta de una jornada para el final de la temporada en la División ... de Honor B, el RH Privé Benalmádena se ha garantizado matemáticamente su presencia en la promoción de ascenso a la máxima categoría. Conoce también el rival, el Sardinero, un viejo conocido, en la medida en que subió a la élite al final del curso 2020-21, pero en esta campaña ha sido colista en una exigente competición de diez equipos, con sólo una victoria, cuatro empates y trece derrotas.
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El club malagueño tiene por delante una gran opción para regresar al máximo nivel, algo histórico. Aunque ya jugó tres años en División de Honor A, entre 2010 y 2013, sería un logro también para el hockey andaluz, carente de referencias importantes, como en general la mitad sur peninsular. La promoción se disputa al mejor de tres partidos, pero con factor campo a favor del Benalmádena. El primer choque será en Santander el domingo 29 (aún sin hora fijada, pero en la franja matinal), y los dos siguientes (el tercero, si fuera necesario) en el Municipal El Retamar (más conocido como La Estupa, por su cercanía al templo budista) el sábado 4 y el domingo 5 de junio.
Son choques independientes (no se acumula la diferencia de goles), y en caso de empate al final del tiempo reglamentario, se recurre para deshacerlo a una tanda de cinco 'shoot-out', acciones individuales de un máximo de ocho segundos en las que un jugador ha de definir ante el portero.
Los lazos entre el RH Privé Benalmádena y el Sardinero abarcan también a los entrenadores. Alejandro Daniel Siri, el del club cántabro, coincidió en etapas anteriores con su homólogo en el cuadro malagueño, el bonaerense Ezequiel Sosa, que es también el seleccionador español sub-21. «En principio, el hecho de estar un año de rodaje en División de Honor A hace que vayan a estar con más ritmo», certificó Sosa a este periódico cara a las opciones de ascenso de su equipo, pero también matizó que «los equipos en los primeros puestos de la División de Honor B y los últimos de la A son similares, no hay tanta diferencia, y si la hay es en el ritmo, aunque al final seremos once once contra once».
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Sosa recordó que el Sardinero cuenta «casi con la misma plantilla, salvo una o dos incorporaciones». «Perdimos los dos partidos contra ellos la temporada anterior. Son un equipo muy ordenado, sin figuras individualmente, pero con un buen funcionamiento de conjunto», añadió. Matías Sebastián Bustos, con siete dianas, es su máximo referente, lejos de los 23 tantos del veterano belga del Benalmádena Jerome Dekeyser, máximo artillero de la División de Honor B.
Sosa, que trabajará estos días los 'shoot-out' en cada sesión, llega sin lesionados al desenlace de la campaña, pero admite que sus jugadores, que no son profesionales, acuden «con mucha tralla». La marcha en el ecuador de la Liga del argentino Lucas Vila fue un problema para el equipo, que perdió competitividad y tuvo que dar minutos de rodaje a muchos jóvenes, como el cadete Markus Lake o juveniles como Manuel Fernández, Gonzalo López y Kiliam Acibo, a los que se suman Emilio Sánchez y Pablo Mena, que apenas habían tenido minutos pero ya habían debutado antes.
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«La idea era lograr un colchón de puntos para llegar al final», reconoce Sosa sobre la realidad conocida de que Vila jugaría sólo en la primera vuelta. Aunque el rendimiento del Benalmádena bajó después, también hubo duelos complicados como contra el Tarrasa y el Taburiente, el rival este domingo (10.30 horas) en La Estupa en un duelo intrascendente, porque el cuadro canario ya ha ascendido matemáticamente. «Hay jugadores al límite de tarjetas y no vamos a arriesgar con ellos. Además, se va a ver por 'streaming' el partido y el rival nos va a ver», explica en relación a sus planes de no jugar con el que podría ser su once tipo para la promoción de ascenso.
Otro aspecto casi tan importante como el ascenso para el Benalmádena es que se culmine la sustitución de la superficie de juego en el campo de El Retamar, que se ha quedado muy deteriorada y perjudica el buen desarrollo del juego. «En la pandemia había un proyecto, pero se ha demorado. Se entiende que se va a cambiar, pero a lo mejor tenemos que irnos provisionalmente a Carranque. Lo que está claro es que si ascendemos no nos van a dejar jugar en este campo, que está muy seco y provoca imprecisión en el juego», concluyó.
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