El reto mundial de tres jóvenes talentos del remo

Dos de ellas se han convertido en los últimos años en dos de las grandes potencias de la provincia en este deporte, tras Natalia de Miguel, cosechan grandes éxitos a nivel nacional desde juveniles y ahora, como sub-23, se enfrentan al mayor reto que han vivido hasta la fecha: un Mundial. Díaz, estudiante de ADE, no era internacional con España desde su etapa como juvenil. Varias lesiones e irregularidades han marcado sus últimos años, pero esta temporada ha vuelto a resurgir para dar un paso más. «Esta temporada ha sido dura, pero al final hemos visto la luz al final del túnel. Fue un alegría tremenda cuando nos clasificamos para esta cita. Al final estamos entrenando todo el año, enfocadas solo en eso, y esto es la muestra de que el trabajo da sus frutos. Por fin he conseguido los objetivos», cuenta aliviada.

A pesar de no haberse clasificado directamente para las finales ayer, Díaz se muestra satisfecha, es madura y consciente de que el éxito no viene de un día para otro. «No tenemos altas expectativas porque somos debutantes, tenemos que ser conscientes y darnos un poco de margen de error. Es nuestro primer Mundial, tenemos que ir a disfrutarlo, dar nuestro mil por mil. Pero no podemos ir con la presión de quedar campeonas del mundo, porque es nuestra primera vez», valora.

Su compañera de club y paisana, De las Heras, sigue su línea argumental. Esta estudiante de Fisioterapia es otra de las grandes potencias que ha dado el club. Descubrió más tarde el mundo del remo (siendo ya juvenil), pero su progresión ha sido meteórica. «Estar en el Mundial es lo que menos me esperaba este año. Ya me sorprendió que me llamaran para entrenar con la selección en Sevilla (se ha incorporado este año al Centro de Tecnificación, becada) y esto ya ha sido increíble, sobre todo porque vengo de una lesión de espalda», relata. Sus dolencias continúan, pero no le impiden seguir rindiendo.

Su mayor fuente de motivación es representar a su club de toda la vida junto a una amiga, y en su debut internacional, porque nunca antes había vestido la elástica española. «Aquí vemos el fruto de toda la temporada y todos los años de entreno. Participar en este Mundial es una gran motivación para seguir entrenando. Espero aprender mucho de esta experiencia y que sea el primer Mundial de muchos», clama.

La tercera representante de la 'provincia' es un caso curioso, porque, aunque es gallega y se entrena en Sevilla, lleva cuatro años compitiendo por el Real Club Mediterráneo. «Conocí a un entrenador, Sergio Pérez, que remó un tiempo por mi club de Galicia, el Miño, y hace cuatro años me comentó que les hacía falta una chica para completar un barco y cambié la ficha para remar con ellos». Desde entonces, Carlota González es una malagueña más. Estudiante de Psicología, es una de las grandes esperanzas españolas del remo desde hace años. Acumula un gran botín de medallas nacionales en diferentes embarcaciones y categorías, y es la más experimentada de las tres en este tipo de grandes citas. «El año pasado fui séptima en el Mundial sub-23 y sexta en el Europeo sub-23 también, y espero seguir progresando mucho más. Este año ojalá pueda conseguir una medalla, ese sería el gran reto», cuenta ilusionada.