Rafa Montero, presente y futuro del kitesurf

El año pasado supuso un salto importante a nivel competitivo, debido a que antes se movía en la categoría sub-16. Después de quedarse a las puertas en el pasado Campeonato del Mundo, en una prueba en la que las circunstancias climáticas le obligaron a cambiar su cometa de 12 metros a una de 14 durante el ejercicio, lo que significó una pérdida de tiempo valioso para realizar los trucos, Rafa Montero aseguró que esta vez llegaba más preparado a la cita. A pesar de las peligrosas rachas de viento, con un levante arrollador, y se repuso del subcampeonato del año anterior para erigirse como el mejor 'rider' freestyle entre los sub-19. «La principal diferencia con respecto al año pasado es que siento que he mejorado mucho, que mi nivel es superior. También el de mis rivales, por supuesto. Pero por mi parte, siento que he dado un paso adelante este año», se sincera.

Al ser preguntado por cuál de los dos campeonatos logrados recientemente tuvo mayor valor para él, Montero tuvo problemas para decantarse. «Es verdad que en el Campeonato de España estaban Liam Whaley o Álex Pastor, que son riders consagrados e incluso campeones del mundo (Whaley lo fue en 2015 y Pastor en 2013). Creo que le daría más importancia al Campeonato del Mundo júnior, por haber quedado subcampeón el año pasado, y este año lo pude ganar».

Las pruebas no constan de un tiempo predeterminado, pero acostumbran a rondar los quince minutos. Los 'riders' deben realizar siete trucos (que no pertenezcan a la misma familia de movimientos), de los que los jueces puntúan los cuatro mejores. Los participantes salen al mar en función del color de la bandera que se les haya asignado, los jueces la levantan y proceden a ejecutar su ejercicio. Se trata de un deporte que depende de la fuerza del viento, lo cual puede provocar que el tamaño escogido por el 'rider' de la cometa fluctúe.

«Actualmente me entreno por mi cuenta con un grupo de amigos, pero mi primer contacto con el kitesurf fue a los 3 años, porque mi padre tenía una escuela de 'kite' en Estepona. Ya de forma mínimamente seria, la primera vez que lo practiqué fue con 11. Cuando hago 'kite', siento libertad. Me ayuda mucho a despejar mi mente de otras cosas, como los estudios. Es verdad que cuando se acerca la fecha de un campeonato, como los dos que he tenido en fines de semana consecutivos, sientes un poco de estrés, quieres demostrar tu máximo nivel, pero el resultado compensa», expresó Montero, esbozando una sonrisa al hablar sobre su pasión.

Si bien es cierto que el auge de este tipo de deportes es más que evidente, con un incremento de las licencias de deportes de vela (que incluye actividades deportivas como el kitesurf) con respecto a 2022, todavía carece de la popularidad y visibilidad que sí poseen otras disciplinas en nuestro país. «Personalmente, la repercusión que pueda tener mi deporte no es algo que me preocupe especialmente. Sí que pienso que deportes como el mío están viviendo un buen momento y cada vez hay más gente que lo practica aunque sea de manera amateur, que es bonito, pero está claro que nunca se va a acercar a deportes como el fútbol en ese sentido. Pero cuando vas a competiciones, sobre todo las que son en otros países, te das cuenta de la magnitud del deporte en esos lugares. En algunas competiciones han llegado a participar diez franceses, por ejemplo. Hay países muy potentes».

Los últimos Juegos Olímpicos de París supusieron la llegada del kitefoiling, un formato de carrera con la cometa ejerciendo de vela y un hidroala bajo la tabla para propulsarla. Una hipotética inclusión de su modalidad a los Juegos algún día le motiva, pero se mantiene realista con respecto a dicho momento. «Como es lógico, me encantaría que el 'freestyle' estuviera algún día en los Juegos, pero sí que hay campeonatos del mundo, que tienen mucha importancia por ese mismo motivo. En ese sentido, el campeonato del mundo son mis Juegos Olímpicos».

Montero viajará en el mes de noviembre a Brasil para participar en una de las últimas pruebas sénior puntuables del año. De momento ocupa el puesto decimotercero en el ránking absoluto y todavía no ha tenido un rodaje consistente en competiciones en esta categoría, pero el esteponero desea medirse con los mejores. Se puede afirmar que, con 17 años, Rafa Montero ya es uno de los 'riders' con mayor futuro del mundo, pero poco a poco va alejándose de ese estatus de promesa para convertirse en una realidad del kitesurf.