Quintero y Torres, doble opción malagueña cara al podio del Mundial

No es ningún secreto que el número uno mundial de katas pide a gritos unas vacaciones, un retiro mental, al menos temporal, tras la maratón mediática que supuso su plata en Tokio. Un metal que, asegura, todavía no ha sacado de su mente. «No he reseteado, porque creo que tardará mucho tiempo en resetear después de una medalla olímpica, pero ahora el objetivo es intentar hacerlo bien, dejar buen sabor de boca...», afirma. Sin embargo, otra parte de él es consciente de que esta podría ser una cita significativa para él. «No sé si será mi último Mundial o no, pero después del Mundial me tomaré unas vacaciones y comenzaré a planear la temporada que viene», adelanta el malagueño, cuyo concurso arranca el jueves.

El malagueño ha sido ausencia en las competiciones internacionales desde agosto, aunque no por ello implica que en este periodo de ausencia haya disfrutado del descanso que busca. «Fueron tres semanas de locura después de los Juegos y desde septiembre ya estamos dándole caña. Creo que físicamente el punto óptimo de la temporada fue en Tokio, pero llego en buena forma y voy a comerme el tatami y disfrutar de este Mundial». Su autoexigencia siempre es uno de sus grandes valores, pero también su sinceridad.

En esta cita sólo busca dar la talla y disfrutar, pero quizá sin presión se sorprenda a sí mismo con el oro que no consiguió en el Mundial de Madrid, cuando se lo arrebató su eterno rival, el japonés Ryo Kiyuna: «Con él uno nunca sabe lo que puede pasar, espero volver a medirme a él en la final. Yo quiero sacar mi mejor versión y Kiyuna me da igual, pero sí saco el oro, mejor», bromea. Y añade, en el hipotético caso de que se cuelgue el oro: «Sería ponerle el broche a un año inolvidable, pero creo que con esa plata olímpica ya he llegado al tope de mi vida. Lo demás que venga, bienvenido sea, pero no me obsesiona ahora el oro».

Por su parte, la malagueña María Torres arrancará su concurso este martes con la satisfacción de disputar su segundo Mundial por equipos y debutar en solitario, como la mejor baza nacional y desde un brillante sexto puesto que mantiene en el ránking mundial. «Me encuentro genial, he trabajado muchísimo para llegar a este punto. Sólo me queda disfrutar», valora. Aunque es parte de su ADN soñar en grande y, por qué no, con un lugar en el podio: «Cara al currículum, una medalla mundial sería muy importante para mí. Sería brutal sea del color que sea, pero por soñar, sueño con la de oro. Si me concentro al cien por cien, espero hacerlo bien».