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Un inconfundible acento malagueño le delata, por más que naciera accidentalmente en Buenos Aires y ahora alterne con infinidad de viajes por el mundo su residencia principal en Madrid. El karateca torremolinense Damián Quintero cuenta ya, coronavirus mediante, los días que faltan para la cita ... olímpica de Tokio, que será su bautizo en el mayor escenario al que puede enfrentarse un deportista y también su única oportunidad real (en París 2024 el kárate se ha vuelto a caer del programa) de subir al podio, una opción por cierto más que fundada, de esas que daría beneficios bajísimos a los apostantes.
-Las primeras quinielas acerca del papel de los deportistas españoles en Tokio 2020 le colocan a usted y a la también karateca en katas Sandra Sánchez como las opciones más factible de medalla. ¿Es una presión añadida?
-Por un lado te alegras, porque supone que lo que estamos consiguiendo es muy importante y que estamos ahí arriba. La posibilidad de conseguir una medalla es real, pero por otro lado te crea más presión, como ir a los Juegos teniendo que sacar sí o si esa medalla. Al final uno está medio acostumbrado a esto y sabemos gestionar la presión, porque se habla también de una medalla en un Mundial o en un Campeonato de Europa.
-Es el número uno del 'ranking' olímpico. ¿Empieza a sentir ya algo de ansiedad en relación a que llegue ya la fecha de los Juegos?
-Ahora lo que pienso es que hay que cuidarse bien, trabajar duro, porque no he conseguido todavía nada. Estoy clasificado, pero lo que tengo que conseguir hay que obtenerlo allí. Si sigo en esta línea, que me está yendo bien, no hay que cambiar nada. Hay un periodo aún de varios torneos que me sirve de entrenamiento para probar cosas nuevas para que el día 'D', el de los Juegos Olímpicos, sea el mejor día cara a luchar por el oro.
-¿Teme una suspensión de la cita por el coronavirus?
-Estoy tranquilo. Queda mucho tiempo todavía. Se está alarmando demasiado con este tema, pero no hay que prestar más atención de la que se debe. Es verdad que hay que tener precaución en los viajes y seguir las recomendaciones del COE y del COI. Otra cosa es que habláramos de esto en julio; entonces sí que le diría que lo mismo se cancela. No deja de ser algo esporádico. Hace cuatro años se habló del Zika en Río y los Juegos se celebraron correctamente y las mujeres cosecharon numerosos éxitos. No deja de ser una gripe normal. Si te cuidas y eres responsable, no debe de cambiar nada.
-¿Quiénes componen ahora su grupo de trabajo?
-Además de mi entrenador, Jesús del Moral, que lleva también mi preparación física, hay un psicólogo, que es Pablo del Río, con el que me reúno todas las semanas para ir sabiendo gestionar todos estos temas de los que hablábamos antes. Luego, YouFirst gestiona mis redes sociales, el trato con los medios y patrocinios.
-¿Cómo son las formas de autofinanciación que tiene?
-Tengo el apoyo del CSD y del COE, con el ADO. Si logras resultados importantes, lógicamente las partidas son mayores. La Federación nos apoya en el tema de los viajes, pero está estipulado así. A modo privado tengo espónsores como Daedo (una tienda de artes marciales de Madrid), que es de los primeros que me apoyó; la UCAM, que me ayuda tanto en estudios como a nivel de patrociniom, y también Lotería y Apuestas, a través de la Federación. Tengo un espónsor nuevo, el Grupo Trocadero, de Marbella.
-¿Y todo eso que menciona le da para centrarse en el kárate sin problemas?
-Puedo decir que me encuentro en un momento bueno. Mi trabajo es entrenarme y competir. Estoy en una situación buena, No tengo que esta pensando en trabajar por las mañanas para costearme los viajes y dividir el día entre mi trabajo y los entrenamientos. Me dedico a esto y me lo puedo costear.
-A los cinco años se trasladó con su familia a Torremolinos desde Buenos Aires. ¿Qué le queda de argentino?
-Muy poquito. Mis padres cambiaron de rumbo. Tengo 'flashes' de mi casa y de la de mis abuelas, poco más. Me crié en Torremolinos desde los 5 hasta los 18 años y esto es lo que al final se le queda a uno. Volví a Argentina sólo cuando se casó mi tío.
-¿Mantiene muchos vínculos con Torremolinos y Málaga?
-Menos de los que querría. Me gusta bajar. Aquí desconectas con la familia, estás relajado y vas a la playa. Málaga está muy bonita, esta para visitarla. Pero bajo poco, Estoy compitiendo cada dos semanas, y el fin de semana que estoy de descanso tengo un evento que cubrir... Es complicado, pero si encuentro un hueco busco una escapada en AVE. Además, en Málaga tengo una buena relación con el alcalde, que es una persona fenomenal y estoy muy agradecido con el trato que me ha dado siempre.
una suspensión hipotética de los juegos olímpicos
-¿Qué le vinculó al kárate?
-Creo que mis padres me apuntaron para que hiciera alguna actividad física. En el colegio hacía baloncesto ya. Fue la coincidencia de que enfrente del cole había un gimnasio de kárate. Era la comodidad de que había que cruzar sólo una plaza. Terminaba el cole a las cinco y me enganchaba desde el minuto uno. Íbamos casi los mismos amigos del cole, que estábamos apuntados e hicimos una piña muy buena. La confianza que establecimos fue muy grande con Lorenzo Marín, que fue mi primer maestro. No sólo nos entrenábamos allí de lunes, a viernes, sino que los fines de semana nos escapábamos a un camping en la playa o a la Alpujarra. Era lo que hacíamos desde los 6 hasta los 10 años.
-¿Era ya consciente de que tenía un talento singular para ello?
-No. Te apuntas a un deporte, pero lo haces por divertirte, que es lo que hay que inculcar. Todos queremos un hijo que sea Messi, peor no hay que presionar A mí no se me obligó, me gustó. A raíz de que con 16 años tuve mi primera llamada por la Federación, y compito en el Europeo cadete, ahi ya me doy cuenta de algo, de ser semiprofesional, pero sin llegar al punto en que estoy ahora.
-A pesar de que lleva compitiendo en kárate desde 1993, no es hasta 2013 y, sobre todo, 2014, cuando irrumpe de forma clara en una élite mundial. ¿Por qué?
-Bueno, en 2004 despunté muy rápido. Logré una plata en un Campeonato de Europa. Fui quinto en un Mundial y luego hubo una época en la que sólo competía por equipos y no de forma individual. Parecía medio estancado. En 2013 cambia la gestión de la Federación y el 'boom' fue en ese instante. Se me da la oportunidad de volver a competir a nivel individual. Logré el oro en el Europeo y todo empezó a rodar. Tuve una continuidad para conseguir las metas, algo que en katas es fundamental.
-Estuvo ocho años sin disputar el Nacional individual y que en 2008 llegó a plantearse la retirada...
-Sí. Estaba estudiando trabajando y compitiendo, y uno se plantea dejar el deporte de lado. No había perspectiva de que el kárate fuera olímpico... Se me pasó por la cabeza, pero estas cosas se consultó con la familia y los que están alrededor y me apoyaron. Esto es como una carrera de fondo, y menos mal que no me arrepentí.
-Es ingeniero aeronáutico, algo que no es típico en un deportista de élite. ¿Se dedicará a algo relacionado con su formación en el futuro?
-Hay varios caminos. Está el de volver sobre los pasos. Tengo experiencia en ingeniería areonáutica, Pero a día de hoy me planteó más seguir vinculado al deporte. Tengo experiencia en este mundo e hice un máster de gestión deportiva y lo tengo como vía de escape. Uno hace contactos, amistades salen proyectos nuevos... Me apasiona mucho el deporte como para dejarlo de lado y volver a lo anterior. Quizás prueba en este sentido, con kárate o algo de deporte, pero siempre en gestión.
málaga
-¿Cómo definiría qué es un kata?
-Kata es forma. Es como un ejercicio en el que haces tanto líneas de ataque como de defensa, de puños cerrados, mano abierta o piernas. Coloquialmente se le conoce como un combate imaginario. Estamos pegando al aire, pero con sentido. Se puede aplicar a un combate real perfectamente.
-¿Cree en la integridad de los jueces de los katas?
-Los conocemos. Son siete en cada prueba. Se quiénes son 'pro Damian' y quiénes no. Son circunstancias externas y no las podemos controlar. Si nos paramos a pensar en si nos toca un árbitro u otro... Si me toca uno chino o de Pakistán... Me da igual.
-¿Cómo es la elección de katas?¿Cómo será en los Juegos?
-El sistema es medianamente nuevo. Antes se decidía con banderas de un color el ganador. El nuevo se inauguró en enero del año pasado. Es un sistema de puntuaciones. Una parte atlética y otra parte técnica. Los jueces valoran el nivel físico (velocidad, potencia, fuerza y equilibrio), que supone el 30%, y la parte técnica, que es el 70%, si no te has desviado en ningún movimiento del kata y no te has inventado nada. Hay una lista de 102 katas de la Federación Internacional de Kárate. Tú puedes elegir y nunca se puede repetir en la competición. Lo normal es que gente como yo vayamos de menor a mayor dificultad en función de que pasemos rondas, pero también depende de los rivales.
dudas
-¿Elegir un kata de menor dificultad puntúa menos?
-No tiene por qué. A veces eliges uno de menor dificultad, que podría ser a priori peor para puntuar, pero la ejecución es más correcta que de otro de mayor dificultad. Además, no existe una ejecución perfecta del kata, alguien que lo haya hecho y al que copiarle el ejercicio. Los katas tienen su punto personal, que hace que los jueces puntúen distinto. No eres un robot, hay un sentimiento, algo especial que se palpa en el aire. Es como cuando escuchas a alguien cantar y se te ponen los pelos de punta. Esto es un arte, es la diferencia para mí entre el campeón, el 'top' mundial y los del montón. A veces se cambia ritmo, velocidad, potencia, pero no la técnica.
-Pero entonces, ¿se conoce al dedillo los 102 katas?
-No. Dentro de ese listado de la Federación Internacional hay varios estilos, y yo practico sólo de dos . Es la diferencia con otros deportes, que hay varias escuelas y cada una da sus katas.
-¿Y ya tiene decididos los katas para los Juegos?
-Estamos viendo y probando. En Dubái saqué un kata nuevo. También viendo a ver cómo los jueces nos van evaluando.
-Hablemos de sus grandes rivales en el 'ranking' olímpico. Usted es el líder actual, así que empecemos por el nipón Ryo Kiyuna, el segundo.
-Es un karateca total. Es muy expresivo, con ese sentimiento del que hablo a demostrar en el tatami. Es potente también, sin meterme en aspectos técnicos.
-El turco Ali Sofuoglu...
-Es un chico que puede llegar a ser un gran competidor. Es joven y se está posicionado en la élite mundial, con veintipocos años. Pero a veces no sabe perder...
-El japonés Moto Kazumasa...
-Ha destacado por sorprendernos a todos al salir de la nada. Ha aparecido y es espectacularmente técnico, Es muy bajito, no muy fuerte ni corpulento.
-Y el venezolano Antonio Díaz...
-Aparte de ser amigo mío es una leyenda viva del kárate y una belleza de carácter. A su edad y con todo lo que ha conseguido ya se ha clasificado para los Juegos.
-¿Tiene fe aún en que el kárate no se salga del programa olímpico para París 2024?
-No sabemos. Estamos en un 'stand by'. Nadie nos dice. No sabríamos decir que sí o que no. La clave para verlo va a ser Tokio, que el deporte sea espectacular, que guste, que las televisiones lo compren y lo retransmitan, que la gente se ilusione con este nuevo deporte olímpico. Que esto no es sólo pegar patadas al aire y que después de hacer un buen informe se nos diga si estamos dentro o fuera.
los jueces en la competición
-¿Por qué cree que hay tantos buenos karatecas malagueños?
-Al final es cosa de los clubes. Hay que destacar la labor de los maestros entrenadores, que tienen mucha calidad. De ahí sale la cantera. Lorenzo Marín, en el Goyu-Ryu de Torremolinos, lleva casi a la mitad de la selección española cadete y sub-21. Algo tendrá que ver.
-¿Cuál es la rutina de un día normal suyo de trabajo?
-Me levanto a las 8.00, desayuno una tostada con tomate y jamón, bol de cereales con avena para tener energía, y el zumo de naranja no me lo quita nadie. Luego, tres horas de entrenamiento, desde las 10.00a a las 13.00, una hora de físico y de gimnasio, pero no sólo levantar pesas porque sí, sino que esa transferencia de fuerza vaya a lo que son las katas, y una parte técnica. Luego, comida y siesta sí o si, media hora. Entre 16.30 y 18.30 o 19.00, sesión de entrenamiento técnica sólo.
– ¿Qué música oye?
-Un poco de todo. No soy muy de música. Desde que conocí a mi mujer hace diez años, que estudió en el Conservatorio, oigo de todo. No soy de los que se pone la música a tope para entrenarse.
-¿Votó en las últimas elecciones generales?
-Sí.
-Una serie que le tenga enganchado.
-'Mindhunter'.
-Otro deporte que no se le dé mal practicar.
-Según dice mi mujer, el snowboard. He subido dos veces a Sierra Nevada sin profesor y me tiré dos veces por las pistas y no lo hice mal. Es verdad que me pegué dos hostias y, por miedo a lesionarme, lo he dejado desde hace años.
-¿Qué es lo que más admira de la cultura asiática?
-Aparte de la comida, que me encanta, la forma de ser, como tratan al compañero al que tienen al lado. También el hecho de nunca rendirse y caerse.
-Un libro favorito...
-No tengo alguno en especial. Me gusta todo lo relacionado con la historia de Julio César.
-Un defecto que no conozcamos de usted...
-Ser cabezón y orgulloso.
-Algo que le moleste...
-(Tarda unos segundos) Muchas veces cuando andamos entrenándonos, si el entrenador dice diez repeticiones son diez, no son ocho. A veces me molesta que uno se esfuerce mucho y por al lado no hagan ese numero de repeticiones.
-Una comida favorita...
-Como un poco de todo... Como he nacido en Argentina, un buen asado..
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