Los premios masculinos en el World Padel Tour aún triplican a los femeninos

Los premios masculinos son en torno al triple que los femeninos, aunque en la categoría menor, los Challenger, el montante a percibir se acerca más –no llega a ser ni el doble la diferencia– entre ambos sexos. Por poner un ejemplo, en tenis los Grand Slam han equiparado premios, lo que no sucede en el resto de pruebas de los circuitos ATP y WTA.

"Antes era siete veces menos. Me encantaría que fuera lo mismo y la idea es que se vaya a una diferencia cada vez menor. Hay jugadoras jóvenes que lo ven ahora y se quejan, y hay que hacerlo, pero también hay que ver de dónde venimos, de una diferencia abismal que se está acortando. He vivido todas las etapas y he luchado mucho por el tema de que se trate a la mujer igual que a los chicos. Me siento parte de eso, he aportado mi granito de arena. Estoy contenta con lo que he hecho y lo que he logrado", se sincera Navarro.

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¿Y se puede vivir ya del pádel? "Igual pueden hacerlo las ocho o diez primeras parejas femeninas. Luego otras aprovechan para dar clases de pádel... Pero luego te retiras y hay que tener un trabajo para sacarte las castañas del fuego", explica la malagueña, que en su momento fundó una empresa de eventos relacionada con el pádel y que ahora está en 'stand by'. "Ceci (Reiter) y yo hacemos clínics y cursos intensivos, aunque tenemos poco tiempo con el calendario que hay ahora. Vamos a formar a un grupo de suecos e italianos que quieren venir a España a entrenarse. Quiero hacer una escuela de competición o entrenar a una pareja del World Padel Tour, y formarme también para eso", avanza como planes de futuro cara, sobre todo, a cuando llegue su retirada profesional.