Los usuarios y nadadores de Inacua escenifican con una marcha de protesta su situación límite

Fueron más de 200 personas las que se manifestaron desde calle Larios hasta el Ayuntamiento solicitando que se agilicen los trámites para la reparación y reapertura de las piscinas, una de 50 metros y otra de 25 que usan a diario el Club Natación Inacua, el Club Waterpolo Málaga, los nadadores del Centro de Alto Rendimiento de la Federación Andaluza y la Española y los cientos de usuarios particulares de la instalación, así como distintas escuelas municipales. Se escucharon consignas como «Alcalde espabila, arregla la piscina» en una marcha que alteró la tranquilidad del centro en un domingo por la mañana y llamó la atención de los cientos de turistas que lo recorrían.

Fue el primero de estos clubes el que organizó esta protesta porque es el más numeroso y el más afectado. Con más de 250 nadadores en distintas disciplinas, la llegada del invierno lo coloca en una situación límite. En las últimas semanas, sus nadadores han tenido que costear el calentamiento de la piscina exterior, a razón de unos 1.500 euros a la semana, una cantidad similar a la que han pagado el Waterpolo Málaga y la empresa concesionaria. Pero ya no pueden más. El coste de alimentar la caldera de pellet que calienta el agua se ha disparado por el aumento del coste de este combustible y e incluso la dificultad de encontrarlo. El último camión lo tuvieron que comprar en Portugal y sólo el porte les costó 1.000 euros.

Los nadadores han tenido que repartirse por distintas instalaciones de la provincia, como las Torremolinos o las de Carranque y la Universidad de Málaga en la capital, pero eso también implica el pago de las calles de nado que se usan. Es la pescadilla que se muerde la cola.

El asunto viene de lejos. En marzo se produjeron unos desprendimientos desde la cubierta de la instalación. El daño que hacen las gaviotas unido al que produjo la acumulación del barro de la calima acenturaron las filtraciones de agua y el deterioro. Además, la estructura que sostiene la cubierta está oxidada en distintos puntos. Es decir, había que arreglar ambos elementos. Desde los clubes y la empresa que gestiona el centro inaugurado en 2008 se reclamó entonces aprovechar este parón para cambiar los vasos de las piscinas, en los que ya se habían detectado fugas y que tenían superada su vida útil, pero no se realizó. Las piscinas se vaciaron y los vasos quedaron al aire libre, lo que incidió en su deterioro.

Los meses de verano pasaron y con la llegada del otoño y ahora el invierno ya no es factible nadar fuera. Se ha sustituido la cubierta, pero ahora hay otro problema. La semana pasada, la Gerencia Municipal de Urbanismo indicó a SUR que maneja un informe que advierte del riesgo de colapso de la estructura, por lo que no se reabrirá la piscina si hay riesgo para los usuarios. Por otro lado, a este periódico se le indicó que la empresa que instaló el entramado de hierros ha indicado que se podrían sustituir los elementos dañados o repararlos sin la necesidad de tener la piscina cerrada.

¿Qué pasa entonces? Pues que ahora es cuando se señala que los vasos de las piscinas tienen fugas y precisan ser reparados o cambiados... El atasco de informes técnicos e incluso de laboratorios es grande. En medio están los nadadores, que ya no pueden asumir costes y ven en peligro incluso la supervivencia de sus clubes, tal y como explica Patrick Luppi, entrenador del Club Natación Inacua. «La situación es complicada. La piscina interior no tiene previsión de abrir. Estamos de alquiler y se nos acaba el tiempo y el dinero. Pagamos mucho de alquiler mensual, aunque agradecemos a la gente de Carranque y Torremolinos, pero el gasto ya no lo podemos soportar. La instalación depende de Urbanismo y no de la Concejalía de Deportes, desde donde Noelia Losada nos está ayudando muchísimo. La cuestión es que tenemos difícil llegar a Enero. Desde Urbanismo el concejal Raúl López nos asegura que está todo planificado para poder abrir, pero no vemos avances. Ahora tenemos el Campeonato de España absoluto. Vamos con once nadadores y luego la Copa de España femenina con opciones de subir a la máxima categoría, pero no sabemos si vamos a poder llegar y si vamos a poder pagar esos campeonatos que son en Barcelona y en Gijón. Estamos vendiendo papeletas para poder costearlos... Estamos pagando 1.000 euros a la semana, la semana pasada fueron 1.700. Es mucho dinero. Los niños pequeños los tenemos entrenando en Torremolinos, pero claro, así no podemos seguir. El comportamiento de los padres y los niños está siendo admirable», explicó Luppi.

El daño que están sufriendo los clubes que usan la instalación es demoledor deportivamente y muy alto en términos económicos, pero la empresa concesionaria está también sufriendo mucho, con una pérdida muy importante de usuarios y socios que se han dado de baja al no poder usar las piscinas y la zona de spa.

En la manifestación de este domingo estuvo presente también la concejala de Deportes, Noelia Losada, que ha estado muy pendiente del asunto y ha intermediado para la reubicación de los nadadores. «La situación es desesperante ya», reconoció. «No ha habido celeridad. No queremos que el deporte pare, esa es mi responsabilidad. Los clubes se quejan de que entre Urbanismo y la empresa concesionaria se echan la culpa unos a otros sobre la responsabilidad del mantenimiento y posterior arreglo. La verdad es que se ha perdido mucho tiempo. Los que pierden son los deportistas. Les tengo que dar la razón. Han tenido paciencia y nosotros nos hemos comprometido a devolverles vía subvención lo que paguen por el alquiler de instalaciones, pero esto ya tampoco es una solución», explicaba Losada a SUR.